A mi, Franco no me dijo nada

Ya se han acabado las fiestas de mis dos pueblos: ARJONA y GÉNAVE. Han sido unos días maravillosos, con los amigos de siempre, con mis Santos y sus banderas, con sus encierros callejeros, que emocionan a naturales y forasteros. Hasta el año que viene, en que volveremos a nuestras raíces, y tomaremos aliento para soportar un año más, lejos de nuestra cuna.

Ha sorprendido a media ESPAÑA la recuperación de las declaraciones de MONTSERRAT CARULLA, a propósito de los emigrantes andaluces y extremeños a CATALUÑA en los años sesenta. CARULLA, siempre xenófoba, acusó a FRANCO de haber enviado a mucha gente a CATALUÑA con la intención de, dice ella, diluir a los catalanes. Ella, de buena familia, no sintió la necesidad que sufrimos y sufrieron muchas familias andaluzas. A ella, FRANCO no le dijo nada de irse a la emigración, aunque no faltaron catalanes que huyeron a Europa central. A mí tampoco me dijo nada FRANCO, y, por lo que sé, a mis padres tampoco. No nos envió a Cataluña a diluir a nadie: nos envió el hambre, un hambre fruto, entre otras causas, DEL ABANDONO DE ANDALUCÍA, DE EXTREMADURA, Y DE GALICIA, POR PRIVILEGIAR A LA ESPAÑA PERIFÉRICA: Cataluña, Valencia y las Provincias Vascongadas, sobre todo.

Allí llegaron, con toda su hambre a cuestas, y ocuparon las zonas suburbanas de las capitales y algunas agrícolas del interior. Por cierto, muchos me han comentado que, con su cultura ancestral, enseñaron a muchos payeses a despiojar sus masías: la cal quitó piojos, pulgas y chinches: no pocos pueblos, desde la llegada de los andaluces, tuvieron menos piojos en sus casas. Se adaptaron, a pesar de sufrir EL DESPRECIO de la población autóctona, incluso con la denominación de CHARNEGOS. Muchos charnegos se aclimataron allí, y allí nacieron sus hijos; todos prosperaron contradiciendo la leyenda urbana de “andaluz fulero, vago y borracho”. Recuerdo emocionado la canción de SERRAT que cuenta lo bonita que es BADALONA, “con mantilla y barretina…” que muestra la adaptación (no integración) de muchos andaluces…

Pero a pesar de haberse acomodado y haber prosperado, nunca perdieron sus raíces, aunque el sistema educativo haya hecho que muchos andaluces de segunda generación hayan sido engañados por los catalanistas excluyentes.

En una carta reciente matiza sus declaraciones de 2013. Hoy, a sus ochenta y cinco años, va de número 81 de la lista de JUNTOS POR EL SÍ.

Sus últimas declaraciones, en una carta abierta, quieren ser matizaciones a las declaraciones de 2013. Quizás la xenofobia hacia los charnegos le haya obligado a ello: no quedan bien en una candidata. Pero yo pienso que, cuando unas declaraciones tan viejas necesitan unas puntualización, es que se hicieron en su momento con intención de menospreciar al charnego y exaltar la excelencia del pueblo catalán. Frente al andaluz fulero, vago y borracho, están las excelencias del pueblo catalán: "Sabemos que, en Cataluña, el trabajo, la ciencia, las artes, el pensamiento siempre han estado en la vanguardia de la realidad y del sentimiento del pueblo, en contraposición a la dedicación de las élites españolas de habla castellana, dedicadas a la gran administración, el ejército y la judicatura", como se afirma en el manifiesto de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI).

Hacía tiempo que no iba tanta gente a la FIESTASANTOS arjonera o a la SEMANA CULTURAL de Génave. Por la calle, alguna familia hablaba catalán. A la sorpresa que les producía a las nuevas generaciones lo curioso de “echarse las banderas”, le seguía la admiración y el reconocimiento de esas costumbres como suyas. Catalanes de nacimiento, y puede que algunos abducidos por la educación catalanista, transferida en su momento por los pichas-flojas de los gobernantes de España, a cambio de no sé qué, se reconocen en sus raíces, y con la ayuda de sus ancestros, hasta acabarán amando sus tierras de origen.

En los sesenta fuimos miles y miles de andaluces los que nos bajamos en la Estación de Francia, los que en 2013 merecíamos el desprecio de MONSERRAT CARULLA. ¿Qué debe pensar de los cientos de miles de emigrantes de ÁFRICA, que llegan a las puertas de Europa, o de Méjico ante el atractivo de los EEUU, muertos literalmente de hambre, huyendo de la guerra, de la enfermedad, del hambre…? A lo mejor, le leemos pronto unas declaraciones pidiendo solidaridad para con ellos, aunque más bien la veo más cerca de los xenófobos de extrema derecha alemana. ¡Vaya usted a saber!

¡CARULLA, majadera! No digo más porque respeto a los ancianos.