El centro de la AEMET en Valladolid atenderá los avisos de fenómenos adversos en CyL, Extremadura y La Rioja

La Delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de Castilla y León, con sede en Valladolid, atenderá a partir de ahora los avisos en materia de fenómenos adversos procedentes no sólo de dicho territorio sino también de las comunidades autónomas de Extremadura y La Rioja, en el marco de la nueva estructura del Sistema Nacional de Predicción basado, fundamentalmente, en la especialización y la coordinación entre administraciones.  

La reestructuración del citado sistema, creado en 1995, ha sido precisamente objeto de análisis durante el encuentro mantenido hoy en Valladolid por los delegados del Gobierno en las tres comunidades autónomas, quienes, en palabras de Ramiro Ruiz Medrano, responsable en Castilla y León, han coincidido al alabar esta nueva configuración pues  supone "pasar de una estructura rígida a una funcional que permite una mayor especialización, y todo ello desde la coordinación y la optimización de recursos humanos".   

La nueva configuración empezó a implantarse en 2014 y se encuentra plenamente operativa este año. El objetivo es, por un lado, la especialización por sectores de producción (fenómenos adversos, aeronáutica, defensa, montaña, marítima y meteorología general) y, al mismo tiempo, geográficamente y por mayores áreas (norte, sur, este, Canarias, interior norte e interior sur).   

La principal consecuencia práctica, tal y como han explicado Ruiz Medrano y el delegado de la AEMET en Castilla y León, José Pablo Ortiz de Galisteo, radica en que a partir de ahora el centro existente en Valladolid centralizará los avisos de esta comunidad, Extremadura y La Rioja en materia de fenómenos adversos, cuando hasta entonces su ámbito de actuación se ceñía al territorio castellanoleonés.   

Así, la especialización del nuevo sistema supone que en otras materias el servicio pase a ser prestado desde un mismo punto para zonas más amplias del territorio nacional, de ahí que una comunidad como Extremadura, "que antes dependía al cien por cien de Sevilla", será asistida ahora por personal de Valladolid en avisos de fenómenos adversos y desde Zaragoza en sectores de producción relativos a montaña, como así ha explicado el delegado del Gobierno extremeño, Germán López Iglesias.

Eficacia ante las crecidas del Ebro   

Este último se ha felicitado por la reestructuración del Sistema Nacional de Predicción, "veinte años después de su puesta en marcha", mientras que su homólogo de La Rioja, Alberto Bretón, ha subrayado que el nuevo modelo ha demostrado su eficacia ante las crecidas del Ebro en territorio riojano.   

"Sin este tipo de predicciones las consecuencias habrían sido mucho más desfavorables. Por eso, la valoración es muy positiva ya que permite estar mejor preparados ante fenómenos adversos y minimizar sus efectos", ha añadido Bretón, que también ha recordado las dificultades habidas ante las últimas nevadas.   

Durante el encuentro, los tres delegados no sólo han analizado las virtudes del nuevo sistema, que entre todas ellas aglutinan a un total de 110 trabajadores, sino que han incidido en la necesaria coordinación para optimizar al máximo los recursos humanos y materiales.   

En este sentido, Ruiz Medrano ha puesto como ejemplo más reciente la reunión que en verano mantuvo con sus homólogos de Extremadura y Castilla-La Mancha en el Puerto de El Pico, en la provincia de Ávila, con el fin de coordinar recursos en la lucha contra los incendios forestales.