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El 'tic tac' de Wert

El 'tic tac' de Wert

sábado 31 de enero de 2015, 13:47h
Expectantes y cansados, irritables con los nervios a flor de piel. Estamos los españoles como el increíble Hulk, que es la mejor metáfora del Mr Hyde contemporáneo en la psicología colectiva. El Gobierno vive en la confianza de que un mantra lleve a este Karl Popper transformado en Wittgenstein a dejar de lanzar atizadores a la chimenea del Estado, y volver a su moderación antes de que se atice el fuego de verdad y arda todo el tinglado. Ese mantra es la conocida oración de las pacatas, virgencita, virgencita que me quede como estoy.
Casi lo estaba consiguiendo el presidente haciendo valer los datos macroeconómicos, que si bien no cambian nuestra piel enrojecida por la ira, al menos dan argumentos a los votantes desencantados del PP. ;También con la campaña antipodemos, que ha desistido de ser constructiva campaña de ideas para ir acorde con el mismo mantra: estos son también de la casta, así que sigamos rezando a la virgencita. ;Hasta la reunión Iglesias-Zapatero parecía un tándem arbitrado -sí, he dicho arbitrado- con la misma intención. No sé si la sociedad pueda llegar a entender en estos meses que Iglesias sea el hijo ideológico y mediático de un Bambi más padre que padrino. ;Y no sé tampoco si así ;podrá el PP recuperar parte de ese 20% de simpatizantes de PODEMOS que dicen haber votado a Rajoy. El único efecto favorable para el PP de esta campaña, es que se ha logrado la impresión de que PODEMOS se ha posicionado renunciado al catch-all de todo gran partido, como el sustituto de un PSOE al que se accede desde IU. Todo un error etiquetarse así, pero nada nuevo tampoco y nada tranquilizador para el Gobierno. ;

Por todo ello me deja perplejo la última wertada, ésta de la reforma ;en la Universidad. No sé en realidad si algo así estaba en el programa del PP; pero desde luego sí sé que no viene a cuento, que no es el momento, que no tiene explicación posible y que Hulk, que empezaba a transformarse de nuevo en Banner (mejor digamos en Popper) vuelve a dar saltos de ira. Porque el mismo presidente que predica el valor de nuestra Constitución y nos ha apretado el cinturón para salvarnos de la miseria, se quiere cargar ahora la igualdad de oportunidades sin ningún motivo. Ese es el mensaje que capta la ciudadanía.

Estamos hartos y desengañados. Hemos perdido libertades, dinero y derechos que no recuperaremos a cambio de una estabilidad económica que aún no ha llegado. Hemos soportado el indulto fiscal a políticos corruptos y ladrones de guante blanco a la vez que inspecciones de Hacienda a la clase media que aún aguanta sin arruinarse. Hemos tenido que financiar a bancos que jugaban con préstamos hipotecarios riéndose de las reglas del libre mercado, y para quedarse después con los impuestos y con las viviendas sin cancelar los préstamos. Lo pasamos fatal, pero la clase política no merma y sigue viviendo a todo trapo. Y nos hemos librado del rescate por los pelos; pero no de las deudas particulares y de una deuda estructural casi propia de un país tercermundista. Sólo nos faltaba tener la convicción de lo que ya veníamos barruntando. Nuestros hijos no tendrán las mismas posibilidades de formación que tuvimos nosotros. Y encima nos cuentan que es para equipararnos a "Europa", como si no fuéramos Europa; como si en España no funcionara nada bien, o como si fuera necesario rebuznar sólo porque el de la granja de al lado sea un burro y nosotros no. ;Siempre me ha sorprendido lo mala que es nuestra Universidad para la cantidad de universitarios españoles de clase humilde que han triunfado y triunfan fuera de España trabajando en otro idioma por la gloria de otros países. Quizá las Universidades públicas españolas no se dan el mismo autobombo que las privadas, nacionales o extranjeras. ;

Ser testigos de que éste es el pago del PP al sacrificio de cuatro años es confirmar una bofetada más a sus votantes, que fueron a su regazo huyendo del de Zapatero. Tan cuestión de Estado es la economía como la educación. Y en éste área en particular desde luego somos los españoles muy sensibles políticamente hablando. Y también estamos hastiados de cómo ha ;venido actuando la casta, corrupta o no, en esta materia. Y nos irrita profundamente además observar cómo legislatura tras legislatura, los dos grandes partidos se han dedicado a cambiar las leyes de educación una tras otra, sin que demuestren la conciencia de Estado necesaria para llegar de una vez a un acuerdo que permita a cada generación poder ser educada bajo un solo sistema de calidad. ;Los que venimos de la EGB ya ni sabemos con seguridad qué diablos están estudiando nuestros hijos. Pero la irritación es ya crónica y tiene raíces más profundas. ;No hay ;Estado democrático posible sin unidad nacional previa. Conscientes de su importancia de Estado, hemos venido observando que la cesión de las competencias en educación a las autonomías no soluciona el fracaso escolar, a la vez que configura la más profunda fuente de deslealtad al sistema alimentada por el sistema mismo. Tanto que parece que a los propios nacionalistas se les ha ido el nacionalismo -y con ello su desleal negocio- de las manos.

Por mucho que me esfuerce, no acabo de ver la causa y mucho menos la oportunidad de una medida tan contracorriente. ;Acaso Wert sea el último Remiro de Orco de Rajoy, que le echará por su impopularidad y tratará de verse así reforzado, o todo es una boutade del propio ministro; o aún peor, como en la Banca o la Seguridad Privada, quizá hay ex altos cargos que pretenden dedicarse al negocio de la enseñanza y los masters privados, pues el sistema que se está pergeñando es el ideal para ello. Otra opción es que la medida sea oportuna y adecuada. Si así fuera primero debería haberse consensuado, que es lo que viene pidiendo la ciudadanía desde hace años en cualquier asunto de educación. Haberlo planteado de golpe descarta que aunque la medida fuera adecuada, pueda siquiera parecerlo. ;

Ninguna de estas posibles opciones es buena, pero sin descartar otro mercado a la carta, tiendo a inclinarme por la primera. Este Gobierno ha exigido tanto de sus ciudadanos que necesita cabezas de turco que cortar. Y al igual que en otros ministerios similares en importancia como Justicia o Sanidad, nadie echará de menos al ministro infame. Y siempre está la posibilidad del ahí os queda eso, pues Gallardón se fue, pero las tasas sí que se han quedado. ;

En una caricatura de la revista satírica alemana Kladderadatch ;de 1933, un anciano que representa un tiempo que termina se ríe del canciller Dölffus quien se esfuerza a su vez, en tirar hacia atrás de las manecillas con forma de esvástica de un gran reloj. No es desacertado concluir que esta medida es altamente impopular para toda la sociedad. Y mucho más irritante para una juventud que sólo sabe de las atrocidades fascistas, que no tiene ni idea de lo que significó el comunismo el siglo pasado y en la España de entre 1932 y 1939; y que ve dificultada su formación universitaria sufriendo la tasa de paro más alta de la UE. ;Wert será junto con Gallardón el peor ministro de su ramo, y Rajoy probablemente el presidente que gobernó una sola legislatura con mayoría absoluta. Pero mucho me temo que si el Gobierno sigue permitiéndose morder la mano de sus votantes de esta manera, el tictac no será sólo para Wert y para Rajoy, sino para el sistema mismo. ;


Daniel Muñoz Doyague. Abogado y Politólogo.
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