La séptima ola

Dicen los enamorados del mar que las olas viajan en series de siete.... Tras seis olas de cierta fuerza llega la séptima que amenaza erguida y oscura con arrasar la playa, rompe contra sí misma con gran estruendo y da paso a otra serie de siete olas que trasladan suavemente la espuma casi en silencio... Para comenzar de nuevo hasta la séptima ola.... 

La Historia con mayúsculas es también un paso de tiempo en oleadas secuenciales. Todas las generaciones tienen que despejar sus propios fantasmas una o varias veces, y la nuestra no iba a ser menos.

Después de disfrutar de un período de calma, progreso, paz y crecimiento tanto económico como social e  institucional, nos hemos acostumbrado de forma personal y familiar a la vida fácil y muelle en la que todo eran derechos sin obligaciones, lujos sin miseria, gastos sin ahorros, vacuidad sin ideales...  

Mientras todo nos venía regalado por papá Estado del Bienestar hemos hecho caso omiso a las aguas que se iban acumulando en el fondo ajenas a la luz... aguas oscuras de corrupción y descreimiento. Aguas de agentes sin escrúpulos que han manejado a la sociedad haciéndola bobalicona, blandengue y asustadiza más pendiente de la casquería ajena que de su propia vida. Aguas que han disuelto muchos principios y valores básicos como el respeto, el esfuerzo, el sentido del deber y de la responsabilidad. Aguas tan interesadas como egoístas que han utilizado el sistema democrático de forma perniciosa y delictiva en su favor para alcanzar y perpetuarse en el poder como sea, aún a costa de llevarse todo por delante... 

Y en estas hemos pasado de la calma chicha anodina al temeroso oleaje, de adorar al becerro de oro a convertirnos en auténticos becerros en manada capaces de seguir a cualquiera que venga con otro discurso aunque este sea trasnochado, demente e inviable...  

Y aquí estamos los españoles.... amontonados como tontos en la playa en la que nos dejó Currro "el del Caribe", contemplando cómo rompen a nuestros pies las olas enfurecidas.... Pero yo creo que es bueno que lo hagan...   

... es bueno que rompa la ola de la corrupción para que lleve en su cresta hasta la cárcel a tanto sinvergüenza como se ha aprovechado de la sociedad, la democracia y las instituciones...
 
... es bueno que de una vez por todas se clarifique la pantomima chantajista de los independentistas catalanes que ni son mayoría,  ni tienen capacidad económica para prescindir de España, ni cuentan con el apoyo de Europa, ni merecen más contemplaciones para su "proyecto" tan bien "entendido" por su Molt Honorable Pujol. 

... es magnífico que el populismo trasnochado de Podemos ejerza de revulsivo para que los partidos políticos, en lugar de seguir mirándose el ombligo, dándose patadas entre ellos y nadando contra la corriente social, hagan una gran autocrítica, renueven sus plantillas de elegibles y realicen un esfuerzo generoso de proyectos e ideas para construir una España de futuro. 

... es muy positivo que todos y cada uno de nosotros hayamos puesto pie en la realidad y empecemos a ser conscientes de que el futuro depende de nuestra capacidad de esfuerzo, sacrificio y generosidad. 

Estamos bajo el estruendo de la séptima ola y parece que todo se va a derrumbar a nuestro alrededor... y no es cierto. Está rompiendo la ola y con ella se llevará lejos de nuestra playa todo aquello que ahora nos está haciendo tanto daño... pero no podemos quedarnos ahí, contemplando el horizonte y deseando la calma. Tenemos que empezar a construir el futuro, participar de la vida política y pública colaborando en la gestión del interés común de forma inteligente y honrada. 

No podemos denostar nuestro sistema democrático. Debemos profundizar en el funcionamiento limpio y transparente de los partidos incorporando a ellos gente de valía. 

No podemos desmontar nuestras instituciones. Debemos fortalecerlas para que no enfermen de los vicios de quienes ejercen el poder desde ellas. 

No podemos hacer de la patria un concepto vergonzante de fronteras discutibles. Debemos estar orgullosos de haber nacido en uno de las tierras más privilegiadas del mundo. 

En definitiva, no podemos abandonarnos como un barco a la deriva arrastrado por la corriente mar adentro con el retorno de la séptima ola.... Debemos, al contrario, aprovechar que nuestra playa quedará limpia y preparada para recibir otra temporada de calma.... y enseñar a nuestros hijos a estar preparados para que, cuando les llegue a ellos, puedan aprovechar su séptima ola...