Llamazares aboga por políticas de izquierdas para que "rompan el espinazo" a la austeridad impuesta por la Troika

El diputado nacional de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha señalado que entiende a los ciudadanos que se sientan "estafados" por las políticas llevadas a cabo por la Unión Europea durante los últimos años pero les ha animado a que no se queden en casa, vayan a votar y apuesten por IU para que con sus proyectos "rompa el espinazo" a la política de austeridad impuesta por la Troika.   

Llamazares, que ha ofrecido un encuentro en la sede de IU en Salamanca antes de participar en distintos actos electores en la ciudad, ha insistido en que las elecciones del 25 de mayo serán "definitivas" para que "o se rompa o se recomponga Europa", un proyecto supranacional que se encuentra "socialmente roto" por las políticas de "austeridad" que se han llevado a cabo en los últimos ejercicios.   

El diputado nacional ha lamentado que, principalmente durante la crisis, la Troika "ha gobernado Europa con mano de hierro", una actuación que ha calificado como "un golpe contra la democracia" y de "venganza social del uno por ciento del poder contra el 99 por ciento de los ciudadanos".   

El representante de Izquierda Unida ha señalado que hay margen todavía para cambiar la "hoja de ruta" del proyecto europeo pero que este solo pasa por la decisión que tomen los ciudadanos el próximo 25 de mayo y les ha animado a votar frente a la abstención, que "no les importa" a los "poderosos".   

En este sentido, Llamazares ha mostrado su convencimiento de que los principales poderes de Europa leerán los resultados y, si esa contestación electoral de los ciudadanos "va en contra de los estafadores" y "da un golpe encima de la mesa de la Torika", habrá "cambios".   

El representante de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, en compañía del secretario provincial de esta formación en Salamanca, Domingo Benito, ha manifestado también que está seguro de que IU triplicará los resultados de hace cuatro años y ha mostrado su malestar por no haber conseguido una mayor unión con nuevos partidos de izquierdas para ir de la mano a los comicios.