La cuenca del Duero se mantiene en alerta generalizada por la crecida de los ríos, aunque sólo el Ubierna está en alarma

La cuenca del Duero se mantiene este martes en alerta generalizada por la crecida de los caudales de sus ríos, aunque sólo el río Ubierna, en la provincia de Burgos, presente actualmente estado de alarma, según ha explicado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), José Valín.   

La situación es, a juicio de Valín, "parecida a la de ayer", con 22 puntos de control en situación de alerta (frente a los 21 de ayer) y uno en alarma (ayer eran dos), aunque ha insistido en que se mantiene "dentro de la normalidad" de un episodio de "lluvias abundantes y prolongadas".   

El presidente ha aclarado que actualmente están llegando a zonas más bajas los efectos de las "fuertes lluvias del domingo", de manera que "bastantes" puntos del Duero se encuentran en alerta. En concreto, esta noche el río a su paso por Toro presentaba un caudal de 938 metros cúbicos por segundo.   

En este sentido, José Valín ha subrayado que el caudal "seguirá creciendo en los próximos días" por la aportación de afluentes "crecidos" como el Pisuerga o el propio elevado nivel que presenta ahora el alto Duero.   

En concreto, el Pisuerga se encuentra a su paso por Valladolid por encima de los 300 metros cúbicos por segundo, aunque se prevé que esta noche pueda alcanzar una punta de 570.   

Posteriormente iniciará su descenso, aunque volverá a crecer como consecuencia de la aportación del Carrión, que también se encuentra con un caudal amplio con 200 metros cúbicos por segundo en Palencia capital, aunque "a la baja", si bien en Villoldo (Palencia) ya no se encuentra en alarma. También el Pisuerga presenta niveles elevados en su cauce alto, a lo que se suma la aportación de otro de sus afluentes, el Arlanzón.

Punta en el Pisuerga   

Así, en un plazo próximo a las 40 horas el Pisuerga alcanzará una punta que podría oscilar entre los 700 y los 750 metros cúbicos por segundo y entrará en una situación de alerta que se aproximará a la de alarma, que en el caso de este río y este punto de control se declara a partir de los 870 metros cúbicos por segundo, según ha precisado el presidente de la CHD, el cual ha recalcado que "no se prevé una situación excepcional".   
En cualquier caso, ha descartado que a corto plazo se pueda vivir una situación similar a la de 2001, cuando se llegaron a alcanzar los 2.400 metros cúbicos por segundo, pese a lo cual "tampoco en aquella ocasión se inundó la ciudad, salvo en algunos sitios puntuales", por lo que ha mandado un mensaje de tranquilidad.   

En lo relativo al Esgueva, también afluente del Pisuerga, se sigue con "especial atención", ya que entró en alarma por una punta nocturna "bastante súbita" en Torre de Esgueva (Valladolid), a unos 40 kilómetros aguas arriba de la capital. En la actualidad la punta, aunque algo laminada, atraviesa Villanueva de los Infantes y se prevé que llegue a Valladolid al final del día con una punta "más suave". Actualmente su nivel en la capital se sitúca con cerca de 20 metros cúbicos por segundo; no obstante, el nivel del agua está a 40 centímetros de la parte baja de los puentes, por lo que "tiene margen" y no se esperan "especiales problemas".   

Al hilo de esto, ha recordado la "estabilidad" de caudal del Esgueva, que se alimenta de las fuentes de los páramos adyacentes, los cuales filtran el agua de lluvia por su piedra caliza y regulan su acceso al río como "embalses subterráneos" durante todo el año.   

Diferente es el caso del Cega, que "no suele tener grandes crecidas", pero que cuando las tiene "suelen ser muy acusadas", como el año pasado, cuando se desbordó en Mojados y Viana (Valladolid). También ha recordado que en 1927 se produjo una situación similar que incluso llegó a derribar el puente de Mojados.   

Finalmente, el presidente de la CHD ha reconocido que durante la pasada noche se vivió también una situación de alarma en los ríos de Tierra de Campos, debido a su menor cauce, como el Valderaduey o el Sequillo, este último a su paso por la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco.

Situación de los embalses   

Por lo que se refiere a la situación de los embalses de la cuenca, Valín ha destacado la "normalidad" imperante, con una cantidad de agua embalsada supera el 82 por ciento de la capacidad, lo que ha llevado al organismo de cuenca a desembalsar agua para mantener el margen de resguardo que permitiera asumir crecidas excepcionales por fuertes lluvias o deshielos, dado que "aún hay mucha nieve en las cabeceras".   

Dichos resguardos son los señalados en la Comisión de Desembalse celebrada en octubre y su mantenimiento obliga a desembalsar en cuantía limitada. Así, actualmente los vertidos se realizan a través de las turbinas de generación eléctrica o de los desagües de fondo, mientras que tan sólo están vertiendo por los aliviaderos de coronación en los embalses del río Águeda en la provincia de Salamanca.   

No obstante, también los embalses hidroeléctricos del Esla y del Duero en Zamora --no así los del Tera--, que no pertenecen a la CHD, así como los fronterizos del Duero en Salamanca, también vierten por coronación. Al margen de esto, otros casos puntuales de desaguado por coronación son el del "pequeño embalse" del Pontón Alto, que retiene el caudal del Eresma --un río que presenta unos volúmenes "normales"-- y abastece a la ciudad de Segovia, así como el doble embalse del Úzquiza-Arlanzón, en el primero de los cuales se vierte por coronación al segundo, el cual vierte de forma normal.   

Por todo ello, José Valín ha llamado a seguir "con atención" la evolución meteorológica de los próximos días, especialmente el viernes, por lo que durante toda la semana se habrá de mantener la situación de alerta.