El obispo de Segovia dice que el aborto es un "crimen abominable"
lunes 23 de diciembre de 2013, 14:03h
El obispo de Segovia, Ángel Rubio, ha
insistido en que el aborto es un "crimen abominable", según palabras del
Concilio Vaticano II, y ha considerado que la interrupción del embarazo
no es una decisión sobre la maternidad, sino sobre un hijo "indefenso".
"El hijo depende del seno de su madre y, por tanto, no es cuestión
sólo de ella. Ese embrión, esa vida hay que defenderla y respetarla",
ha manifestado este lunes durante un desayuno informativo celebrado en
el Obispado para hacer balance del año que termina.
En declaraciones recogidas por Europa Press, el prelado ha
incidido en que el embrión es un derecho anterior al Estado. "Está antes
la vida que el Estado", ha zanjado.
Este asunto ha centrado en otras ocasiones las manifestaciones de
Rubio. En una carta pastoral difundida el pasado mes de abril, lamentó
que el aborto se haya convertido en un "negocio" que mueve alrededor de
50 millones de euros en España.
En ella recordó que en el país se practican cada año más de
100.000 interrupciones del embarazo, que son causa de la muerte de 300
niños cada día, según las cifras de la Plataforma 'Sí a la Vida'.
Tildó además de "incalificable" que sectores proabortistas
rechacen a los hijos no deseados alegando que éstos se convierten en un
grave problema doméstico y social" y opinó que, por esa misma regla, se
podría "aniquilar" a todo el que molesta o supone una carga social.
Homosexualidad
Sobre la homosexualidad, preguntado por los periodistas, ha
considerado la necesidad de que en ciertos casos se estudie bien la
realidad de las personas con esta orientación sexual y reciban
tratamiento. Se trata ha dicho, de situaciones "llamativas".
Rubio ha recordado que el Catecismo de la Iglesia Católica hay una
recomendación particular dirigida a los sacerdotes confesores que
establece que se trate a los homosexuales con especial atención y se
muestren con ellos "compasivos y misericordiosos".
El obispo ha apuntado que algunas personas homosexuales han
acudido a él para hablar de su situación psicológica y relatar cómo
viven su "lucha interior". Al hilo de ello, ha señalado que no han
acudido para confesarse, si bien ha matizado que éstas también se
acercan a la Iglesia a expresar sus pecados.
"Los homosexuales también se confiesan, como lo hacemos los que
somos heterosexuales, aquí pecamos todos, contra un mandamiento o contra
otro", ha apostillado.
Según ha agregado, también ha escuchado en el confesionario a
heterosexuales que planteaban problemas por el esfuerzo y el sacrificio
que le suponía la virtud de la castidad.