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La Unión de Guardias Civiles denuncia presiones para cursar un determinado número de sanciones mensuales

La Unión de Guardias Civiles denuncia presiones para cursar un determinado número de sanciones mensuales

Por Redacción/Agencias
jueves 14 de noviembre de 2013, 17:34h
El secretario general de la Unión de Guardias Civiles (UniónGC), Manolo Mato, ha asegurado este miércoles en Palencia las presiones que reciben los agentes de Tráfico para que realicen un determinado número de denuncias al mes y que ha supuesto un crecimiento del 15 por ciento anual de cursadas.
Manolo Mato, quien ha indicado que comparecía en solitario "por la presión que hay sobre sus compañeros en Palencia en particular y en Castilla y León en general", ha puesto de manifiesto que actualmente "lo que importa es recaudar" por lo que existe "una política de recaudación en materia de seguridad vial" mientras que han dejado de importar otros aspectos como la seguridad vial o el bienestar de los ciudadanos.   

En este marco, ha explicado que a los agentes de la Guardia Civil de Tráfico se les presiona con no pagarles una parte de su salario "por no denunciar lo suficiente".   

Esa parte del sueldo no es un plus de productividad si no 200 euros mensuales que corresponden al Complemento de Seguridad Vial que es un complemento fijo con el que cuentas estos agentes al igual que ocurre con el resto de ámbitos como los agentes de Seguridad Ciudadana que tiene el complemento correspondiente.   

Además de esta presión, que es importante en los actuales momentos de crisis económica que afectan a todos, Manolo Mato ha indicado que también se presiona a los agentes con el ir a realizar un curso a Mérida con "siniestras intenciones" ya que todo aquel que lo realiza sale suspenso y dice que debe dejar el Cuerpo.   

A su juicio, las presiones responden a que a final de año los jefes provinciales de la Guardia Civil de Tráfico reciben productividades por objetivos y "si consiguen que aumente el número de denuncias en su provincia cobrarán varios miles de euros por haber hecho bien los deberes".   

Mato ha asegurado no entender "esta persecución a los ciudadanos" en estos momentos de crisis y en los que ha afirmado que se ven obligados a salir a casi "esconderse" casi para ver dónde pueden conseguir denunciar y si no lo conseguimos pierden ellos.   

Con este fin de control de los agentes existe un Registro de Actividades Individuales (RAI) donde queda plasmado lo que hace cada guardia civil y en función de su puntuación a final de mes cobra más o menos.   

En concreto, una puntuación en la que una denuncia a una persona que no lleva el cinturón de seguridad se puntúa con 2 puntos mientras que atender una llamada de auxilio de un ciudadano o la persecución a un malhechor que ha robado un vehículo recuperándole y devolviéndosele a su dueño tan solo se puntúan con uno, lo que para Mato deja claro que "aquí lo único que valen son las denuncias de tráfico, sancionar al ciudadano".   

Asimismo, ha afirmado que, aunque no ha ocurrido en Palencia, sí se ha dado el caso en otros puntos de la Comunidad, han recibido amenazas aquellos guardias civiles que han denunciado al Estado, la Diputación Provincial, a los ayuntamientos o a la Comunidad por irregularidades en las carreteras porque dicen que no están "para denunciar a la Administración".

Expediente agente de Palencia   

El motivo por el cual el secretario general de la UniónGC ha ofrecido esta rueda de prensa en Palencia es la instrucción de un expediente disciplinario grave a un agente destinado en la localidad palentina de Herrera de Pisuerga por unas supuestas declaraciones suyas en las que denuncia esta situación de "política sancionadora, represiva y recaudatoria" en el número de mayo de la revista que la asociación publica para sus afiliados.   

Manolo Mato ha reconocido ser el autor de las declaraciones que se le han atribuido erróneamente al agente de Herrera a quien le dieron la autoría seguramente porque en dicha revista aparecían unas fotografías suyas o bien por "rencillas dentro del mando" u otros temas que de este modo les habrían brindado la oportunidad de castigarle y amedrentar a los compañeros.   

Además, ha marcado el camino a seguir que pasaría por acabar con "una caduca y trasnochada percepción militarista" dentro de la Guardia Civil que supone el que haya que "tragar" con las "órdenes abusivas" y la mala praxis.
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