El CNI garantiza que España tiene bien regulado su servicio de inteligencia y ve los controles "necesarios y eficaces"

"Es un sistema muy garantista", ha aseverado este periodista, quien ha considerado que los ciudadanos del país deben por ello sentirse "orgullosos".   

Sánchez ha impartido este jueves en el campus segoviano de la Universidad de Valladolid (UVA) la ponencia 'La seguridad y los límites de la comunicación' en un encuentro sobre valores democráticos y Fuerzas Armadas organizado por el centro académico junto con el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), la Academia de Artillería y la Fundación Valsaín.   

Ha sustituido en la jornada al director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, quien se ha ausentado a última hora por su deber de acudir a la Zarzuela, según ha explicado durante la presentación de la ponencia el director de la Fundación Valsaín y antiguo Defensor del Pueblo, Álvaro Gil-Robles.   

El asesor de los servicios de inteligencia ha subrayado en su intervención que el CNI se rige por un sistema basado en límites, garantías y contrapesos, reflejo de lo cual es la comparecencia del  director ayer en la Comisión de Gastos Reservados del Congreso, centrada en las supuestas escuchas telefónicas por parte de Estados Unidos y en la posible colaboración del organismo español con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana.  
 Sánchez ha apuntado que el CNI "no es un radical libre", puesto que está al servicio del Estado, y que su cultura democrática está "muy bien armada". Ha eludido referirse a su posición en el caso norteamericano, pues según ha dicho el centro español es "muy escrupuloso" a la hora de preservar la privacidad sobre las relaciones con otros servicios de inteligencia.  

"La ley nos impide hablar de esas relaciones, es una de las líneas rojas que no traspasaremos", ha manifestado, al tiempo que ha ensalzado esa condición como una garantía a sus aliados.

Necesidad de transparencia   

El asesor ha expresado que en una sociedad en que se reclama cada vez mayor transparencia un servicio de inteligencia debe rechazar el "marketing político" y las relaciones públicas para convertirse en vector de seguridad, un planteamiento que ha trasladado a los profesionales de los medios de comunicación.  

"Nosotros daremos información cuando creamos que es bueno para la seguridad de los ciudadanos. La antítesis serían los periodistas con sus legítimos intereses y la sociedad, que pide más transparencia", ha remarcado.   

Sánchez ha considerado que la síntesis entre esa necesidad de protección y de mayor claridad en la actividad de las instituciones es la comunicación estratégica, que a su juicio ha de ser una política pública que englobe a sociedad civil, periodistas y empresas con el objetivo último de conseguir para España el papel que le corresponde en el mundo y preservar su seguridad. En su opinión, existe el deber de ser transparentes, pero también de ser "rigurosos" y evitar riesgos para las personas.   

Para este experto en Comunicación, los profesionales de los medios y los trabajadores de los servicios de inteligencia desempeñan una labor parecida, con la diferencia fundamental de que estos últimos trabajan para dar elementos de juicio para la toma de decisiones de la autoridad.   

Al respecto, ha matizado que los equipos de inteligencia tienen el deber de la custodia de la información y que el servicio que prestan en más democrático cuanto más opaco es con respecto a la información clasificada, que según ha incidido "no debe ser transparente".

Asesoría de comunicación   

Este miembro del CNI ha aprovechado para explicar la actividad de la Asesoría de Comunicación del organismo, que trabaja como un departamento de prensa habitual, cuenta con una web con 30.000 visitas mensuales y mantiene estrecha relación con las universidades.   

Sánchez ha apuntado que sus límites están establecidos legalmente desde 2002. Así, ha señalado que el departamento no tiene capacidad para revelar la identidad de los trabajadores del Centro, los métodos que éste utiliza, las sedes que tiene --salvo la principal-- o las relaciones que mantiene con otros servicios de inteligencia.   

El seminario, celebrado bajo el título 'Seguridad y comunicación: un compromiso ético', ha contado con la participación de la periodista de 'El País' Georgina Higueras; el general de brigada y director del IEEE, Miguel Ángel Ballesteros, y la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, entre otros.

Pretexto para "cargarse" los derechos de los ciudadanos

Por su parte, el director de la Fundación Valsaín para la Promoción y Defensa de los Valores Democráticos, Álvaro Gil-Robles, ha señalado que es obligación de los juristas empezar a definir un marco real de control para evitar que se invada la intimidad de las personas con el argumento de la defensa de un país, pues considera que "la seguridad nacional no puede ser un pretexto para cargarse todos los derechos fundamentales de los ciudadanos".   

"Eso es inaceptable y además es falso, porque no es necesario", ha manifestado este jueves durante el encuentro sobre seguridad y comunicación celebrado en el campus segoviano de la Universidad de Valladolid.   

Para este antiguo Defensor del Pueblo, la tecnología que se utiliza actualmente resulta fundamental para la intercomunicación del Planeta. Sin embargo, ha advertido de que la sociedad está "pagando el precio" por ello, puesto que "quien domina la técnica, domina las comunicaciones".

Gil-Robles ha subrayado que el gran reto es saber si se pueden poner controles reales al uso de esa información, "y no meras declaraciones".   

"En base al principio de la seguridad nacional, me da igual en el país que sea, me pueden invadir mi privacidad, un derecho fundamental, sin que nadie sea responsable ni responda de eso ni yo sepa dónde van a parar mis datos", ha apuntado el que fue el primer comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, quien ha aludido en este sentido al caso de Estados Unidos.