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Tragedia en la minería de León

Dolor y llanto por la muerte de seis mineros tras un escape de grisú en La Pola de Gordón

Dolor y llanto por la muerte de seis mineros tras un escape de grisú en La Pola de Gordón

-Los fallecidos, con edades comprendidas entre los 35 y 45 años, eran vecinos de Bembibre, Ciñera, Fontanos, Robles de la Valcueva, Peradilla y Asturias
-Cinco trabajadores heridos, uno de ellos en estado crítico

Por Redacción/Agencias
lunes 28 de octubre de 2013, 15:17h
Seis mineros con edades comprendidas entre los 35 y los 45 años han perdido la vida este lunes como consecuencia de un escape de gas registrado en la mina Pozo Emilio del Valle, en Santa Lucía, en el municipio leonés de La Pola de Gordón.
Los cadáveres de los seis mineros fallecidos por inhalación de metano en el pozo Emilio del Valle han sido trasladados en dos furgones hasta el Instituto Anatómico Forense de la capital leonesa para serles practicada la autopsia.

Los familiares de los mineros han permanecido en el interior de la explotación de la hullera vasco leonesa durante toda la tarde, acompañados por sicólogos, lejos de donde se encuentran los medios de comunicación que cubren el siniestro.

Ahora, se investigan las causas de este accidente, que se ha producido en la planta séptima de la explotación a varios centenares de metros de profundidad. La aparición de una bolsa de metano ha hecho irrespirable la atmósfera en el interior de la mina y ha provocado las muertes de los mineros y la intoxicación de varios compañeros, según las primeras versiones del suceso.

En el accidente se han producido cinco heridos, dos de ellos cuando acudían a socorrer a sus compañeros atrapados, según el alcalde de Pola de Gordo, Francisco Castañón.

El aviso del siniestro se ha dado en torno a las 13.50 horas de este lunes, por lo que el escape de gas se habría producido entre las 13.30 y las 13.45 horas en la galería séptima del Pozo Emilio del Valle. Al recibir la llamada, el 112 comunicó el suceso a la Guardia Civil, Bomberos de León, Policía Local de La Pola de Gordón y a Emergencias Sanitarias - Sacyl, que envió al médico del centro de salud de La Pola de Gordón, tres ambulancias de soporte vital básico, una UVI móvil y un helicóptero medicalizado.   

Según han apuntado fuentes del Comité de Empresa, los fallecidos, con edades comprendidas entre los 35 y 45 años, eran "mineros experimentados", y han detallado que en el momento del escape se encontraban en la séptima galería del pozo once trabajadores, de los cuales dos han podido salir por su propio pie a zonas más seguras.   

Uno de los trabajadores fallecidos era asturiano, mientras que los cinco restantes provenían de las localidades leonesas de Pradilla, Bembibre, Ciñera de Gordón, Fontanos de Torío y Robles de Valcueva.   

Según han apuntado fuentes del Comité de Empresa, preocupa especialmente la situación de uno de los cinco heridos, J.M.M.M, de 38 años, que se encuentra en estado "crítico" ingresado en el Hospital de León.    

La Consejería de Sanidad ha informado también de que los otros cuatro afectados presentan pronóstico reservado y están sometidos a controles periódicos para controlar su evolución. Sus identidades responden a las iniciales A.A, de 55 años; A.V.A, de 43; R.J.C.G, de 42, y J.C.C, de 40, y se encuentran también en el Complejo Asistencial de la capital leonesa.

Por su parte, la Hullera Vasco-Leonesa, propietaria del Pozo Emilio del Valle ha atribuido a un "repentino escape" de grisú el origen de la deflagración que ha desencadenado el accidente.   

Como consecuencia de lo ocurrido, las instalaciones han sido paralizadas y el resto de trabajadores se encuentran fuera de la mina, al tiempo que se realizan las investigaciones correspondientes para determinar con exactitud las causas del accidente, según un comunicado de la empresa y en el que la propietaria del pozo aprovecha igualmente para transmitir sus sentimientos de condolencia a los familiares de los afectados.  Alguno de los trabajadores fallecidos estaba a punto de prejubilarse como minero, han precisado dichas fuentes.

Cabe recordar que la empresa minera presentó el pasado mes de febrero un expediente de regulación de empleo (ERE) por un plazo de seis meses que afectaba a 357 trabajadores. Asimismo, en el mes de julio la compañía comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el levantamiento de la situación preconcursal en la que se encontraba, después de haber superado las circunstancias que la provocaron.

El Ayuntamiento, consternado

El Ayuntamiento de la localidad leonesa de Pola de Gordón ha manifestado su "consternación" por el accidente, ya que hacía "mucho pero que mucho tiempo" que no se producía un accidente de estas características.   

Nada más tenerse conocimiento del accidente el alcalde de este municipio minero, Francisco Castañón, y el concejal de obras se han desplazado hasta mina Pozo Emilio del Valle, en Santa Lucía.   

Por el momento desde el Consistorio de Pola no se ha adoptado ninguna medida de carácter institucional ya que lo más importante "en estos momentos es  prestar todo el apoyo a las familias y atender a los heridos", aunque han reconocido que están "profundamente apenados" por este siniestro.

El embolsamiento de grisú en la mina eliminó el oxígeno de forma "brutal"

Los mineros fallecidos por "grisú" (metano) en la mina de León "no pudieron reaccionar" ante un gran desprendimiento de este gas (CH4) que "deja sin oxígeno de forma radical y brutal", ha explicado a EFEfuturo el vocal de la junta del Colegio de Ingenieros Técnicos de Minas de Cartagena, José Sicilia.

Para comprender lo sucedido en la Mina Pozo Emilio del Valle (León), en la que han muerto seis mineros, hay que remontarse al proceso de carbonificación, donde los vegetales sepultados a gran profundidad dieron lugar al carbón, que desprendió gases como el metano -principal componente del grisú- y lo acumuló en bolsas dentro de las mismas capas de carbón.

Sicilia explica que al encontrarse a tanta profundidad -600 ó 700 metros- el gas desprendido ha tenido una compresión muy grande y que su liberación se ha podido producir al entrar en contacto con las rozadoras (maquinaria) de los mineros.

Es como "cuando un globo se llena de forma muy fuerte y lo soltamos, se desinfla de una manera casi instantánea y esto es lo que ha pasado con un embolsamiento que contiene un gas capaz de robar más del 80 % de oxígeno que encuentra a su paso", ha explicado.

Si el embolsamiento de gas adherido a la masa de carbón es muy grande, "como parece que ha sucedido", y el desprendimiento es repentino, "no hay tiempo de reaccionar" y "no existe forma humana ni científica de ir por delante en la prevención", ha enfatizado.

No obstante, una comisión de expertos será la que tendrá que investigar lo que ha sucedido cuando baje a la mina y determinar si se hubiera podido evitar.

En ocasiones, "si la fuga de gas grisú es pequeña se procede a trasladar al personal a una galería de emergencia, de ahí que insista en que, al parecer, ha tenido que ser un fuerte desprendimiento instantáneo", ha añadido Sicilia, quien sostiene que en estas situaciones "una simple chispa hubiera provocado una explosión".

Sicilia ha apuntado a EFEfuturo que estos casos no son frecuentes en España, "donde se ha avanzado muchísimo en medidas de seguridad y prevención desde los años 70 y más aún con la entrada de la Ley de prevención de riesgos laborales en el año 97".
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