'La Por' aborda la cotidianidad de la violencia a través de una trama de malos tratos

En la rueda de prensa tras la proyección de la película, que ha cosechado aplausos, el director ha reconocido que 'El Miedo', que narra una historia de malos tratos en el seno de una familia, no buscaba acercarse en concreto a esta realidad sino "ir más allá" e indagar sobre "la persistencia y violencia del mal".   

"¿Por qué hay esta persistencia sobre el mal y casi casi lo asumimos como algo absolutamente normal, como si no se pudiera hacer nada... como si fuera algo inherente a nuestra sociedad?", ha cuestionado el director antes de remarcar, además, que su última película plantea más preguntas que respuestas.   

Inspirada en la obra 'M', de Lolita Bosch, 'La Por' se adentra en la historia de una madre y dos hijos que viven, respiran y sonríen, siempre con mesura, en el momento en que el padre sale por la puerta de casa; su presencia, siempre hostil y violenta con la madre, aterroriza a todos los miembros de la familia, que no son capaces de mirarle a la cara.   

La historia transcurre en menos de 24 horas, en concreto entre las 7.00 horas de un día en el que el padre marcha a trabajar y las 3.00 de la madrugada del siguiente, en el que se desencadenan los acontecimientos; hasta ese momento, la trama se acerca a la figura de Manel, hijo mayor e instigador frente a su madre para abandonar al padre; de Coral, la hija menor y heredera de algunas de las reacciones del padre y de su madre, aterrada por la situación e incapaz de dar la voz de alarma.

Música, silencios y miradas   

La música es el refugio de Manel, quien tras conocer el carácter hereditario de conductas y características, decide dejar su relación con Laura por temor a ser lo que su padre es, mientras que para Coral lo es su muñeca, elemento de protección por el que es capaz de pegarse con sus compañeras de clase.   

El silencio, reinante en los casi diez primeros minutos de la película, así como los desenfoques o las miradas directas de los protagonistas a la cámara, aderezan una historia que se estrenará el próximo día 22 y que perseguía, según ha reconocido su director, adentrarse en este mundo desde la perspectiva de un adolescente víctima de esos malos tratos.   

"Todo transcurre por dentro", ha explicado Cadena, quien ha añadido que lo que más le interesaba, a su vez "lo más difícil y estimulante", era que los espectadores pudieran leer el pensamiento de los personajes, su "miedo, zozobra e inquietud", a través de sus miradas y no de sus palabras.   

'La Por', que por su temática aunque no por su modo se alinea en la misma zona que 'La Herida' o 'Caníbal', buscó que el personaje del padre, interpretado por Ramón Madaula, rozara la psicopatía, caracterizado por echar siempre la culpa a los demás o por reacciones como la que finalmente tiene cuando se aborda su debilidad: en su caso, es su miedo a quedarse.   

Fue ya cuando la película estuvo terminada cuando Jordi Cadena se planteó por primera vez la idoneidad de expresar la violencia como finalmente hace frente a la posibilidad de abordarla con la sutilidad que se hace a lo largo de toda la película, aunque finalmente se decidió que la expresión tácita no sobraba.

"Cortar nexos" con el entorno   

Por su parte la actriz Roser Camí, quien encarna a la madre de la familia, ha ahondado en la cotidianidad de la violencia y ha reconocido, frente a tanta información existente sobre el tema de los malos tratos, la incapacidad que tienen las mujeres para salir de una situación de esas características.   

"El maltratador corta el nexo con el entorno", ha explicado la veterana actriz teatral, quien ha vinculado esa falta de comunicación con la incapacidad para encontrar una salida, lo que hace que estas mujeres trabajen "desde el silencio, la verdad y la valentía".   

Mientras Camí no necesitó sumergirse en este mundo a través del testimonio de víctimas de la violencia de género, Igor Szpakowski, que da vida a Manel, sí estudió las sensaciones que acompañan a los jóvenes que padecen esa lacra e incluso se informó a través de un amigo que había pasado por esa experiencia.   

"Es una sensación en el pecho de estar comprimido", ha verbalizado este joven, quien acostumbrado al vertiginoso mundo de la televisión, confiesa haberse sentido "más tranquilo" y "muy cómodo" en su experiencia en el cine.

El director   

Cadena nació en Barcelona en 1947 y tras estudiar Derecho y Periodismo, recibió una beca de la Fundación Castellblanch que le permitió realizar prácticas de dirección cinematográfica en Varsovia; trabaja como profesor de Guión y Dirección en la Universidad Pompeu Fabra y en el Instituto Politécnico Sant Ignasi y es uno de los fundadores del Colegi de Directors de Cinema de Catalunya.    

Ha colaborado con publicaciones como 'Fotogramas', 'Dirigido por', 'Flash Foto' o 'Ajoblanco', entre otras, y su trayectoria tras la cámara comenzó con los cortometrajes 'Alegría de la confusión' (1974) y 'Taller y obra de Vila Casas' (1975), y debutó en el largo en 1978 con 'La oscura historia de la prima Montse'.    

En su filmografía aparecen películas como 'Objetivo: Sexo' (escrito y codirigido junto a Domènec Font, Octavi Martí y Ramón Sala en 1980), 'Barcelona Sur' (1981), 'La senyora' (1987), 'Al dormir lo veo claro' (1988), 'Nexo' (1996) y el telefilme 'Només per tu' (2001), además de participar en las series de televisión 'Cròniques de la veritat oculta' (1997) y 'Le Retour d'Arsène Lupin' (1998).    

En 2008 colaboró en Cinemacat.cat de Antoni Verdaguer y en 2009 dirigió el largometraje experimental 'Els passos perduts'; junto a Judith Colell, en 2010 dirigió 'Elisa K' (2010), por el cual fue nominado al Goya al Mejor Guión Adaptado y candidato a cinco Premios Gaudí.