Dibaq-Diproteg descarta un crecimiento significativo a corto plazo pero prevé recuperar empleo a partir de 2015

La compañía radicada en Fuentepleayo (Segovia), cabecera del Grupo Dibaq, entró en concurso voluntario de acreedores en septiembre de 2012 ante la imposibilidad de encontrar financiación para mantener su actividad, a raíz de lo cual tuvo que prescindir de 90 trabajadores, la mitad de su plantilla, y rebajar los salarios una media del 15 por ciento.     

El pasado jueves, 10 de octubre, superó la fase de convenio de concurso de acreedores tras el respaldo obtenido por el 70,1 por ciento de acreedores y proveedores. De esta manera, se confirmaba el plan de viabilidad planteado para reflotar el negocio, que requería 3,5 millones de euros, una cantidad que incluso ha llegado a rebasarse por el apoyo de Bankia, Banco Ceiss y un grupo de proveedores. La Junta de Castilla y León, a la que se solicitó el 50 por ciento de la inversión, aportó a principios de 2013 avales para proveedores por importe de 750.000 euros.   

En una rueda de prensa ofrecida este lunes en Fuentepelayo para explicar la nueva situación de la compañía, Carlos Tejedor ha indicado que Dibaq-Diproteg afronta el corto plazo con ilusión, energía y coraje, pero también con prudencia y humildad por las muchas dificultades que hay que encarar.    

El renovado enfoque estratégico de esta empresa familiar, a la que "se ha dado la vuelta" e internamente ya se le llama 'nueva Dibaq', se centra en la diferenciación y la exportación internacional.    

"Estamos potenciando ventajas competitivas directamente relacionadas con la calidad del producto y el servicio y muy focalizadas en el cliente. Eso ha hecho que la empresa se haya reducido mucho en volumen de facturación pero está permitiendo aumentar el valor añadido. Insistiendo en esas palancas entendemos que poco a poco la compañía irá obteniendo crecimiento, no esperamos que sea significativo en un futuro próximo pero sí sostenible en el tiempo", ha remarcado.   

Tejedor ha indicado que las empresas y las redes en el exterior, que han quedado al margen de la crisis de la matriz e incluso han tenido este año pequeños crecimientos, han servido de gran ayuda en el objetivo de diversificación geográfica, algo que espera mantenerse en el futuro, igual que prevé renovarse la financiación obtenida hasta ahora, puesto que el convenio prima la posibilidad de obtener fondos adicionales.

Pérdidas millonarias   

Dibaq-Diproteg, que ha llegado a alcanzar cifras de facturación de varias decenas de millones, cerró el pasado año con unos 32 millones, menos de la mitad, y prevé terminar el 2013 con 23 ó 24.  Fue a partir de abril de 2012, cuando la empresa entró en preconcurso de acreedores tras no cerrar un importante acuerdo con una firma canadiense que inyectaría financiación, cuando comenzaron las grandes caídas, de entre el 30 y el 40 por ciento, una tendencia que prosiguió en verano y derivó en un "brutal" desplome de ventas a finales del ejercicio, cuando la compañía de nutrición animal quedó en situación "dramática", según la ha calificado Tejedor.   

El drama dio paso a la recuperación del pulso en enero de 2013, una vez que la administración concursal, confiada en el proyecto, lo reforzó y consiguió una financiación que permitió a Dibaq-Diproteg "levantar el vuelo". En abril de este año, todos los departamentos --Acuicultura, Alimento Seco para Animales de Compañía y Alimento Húmedo para Animales de Compañía-- generaban flujo de caja positivo y a partir de julio de este año la empresa ya crecía "de forma importante", ha dicho el presidente, quien ha augurado que se superarán los 30 millones de facturación al cierre de 2014 y así sucesivamente.   

Para la firma segoviana, que ya ha empezado a generar su propio circulante, trabajan en la actualidad 73 personas y 17 están afectadas por un expediente suspensivo de empleo, aunque se prevé reincorporarlas el 31 de julio próximo. Tejedor ha manifestado que la compañía está "dimensionada" pero que la intención es recuperar a la platilla despedida a partir de 2015. El Grupo, con 340 empleados, emplea además a diez trabajadores en otros centros de Segovia.   

El presidente de Dibaq-Diproteg, quien tuvo que abandonar la presidencia al frente de la Cámara de Comercio para centrarse en el negocio familiar, ha reiterado su agradecimiento a administración concursal, asesores, entidades financieras, proveedores, instituciones, clientes y trabajadores de la compañía, que han posibilitado el "logro colectivo".   

Ha destacado en este sentido la ayuda de países árabes, tanto  a la hora de consumir productos como en las formas de pago, así como de clientes españoles, que han mostrado gran fidelidad y han renovado su confianza, como refleja el incremento de clientes del departamento de Acuicultura, que tuvo que cerrar en mayo de 2012 y, tras reanudar la actividad en diciembre y registrar un solo cliente en 2013, cuenta hoy con 35 en su cartera.

"No supimos leer la gravedad"   

Carlos Tejedor ha reconocido que al mirar atrás constata errores en la estrategia que se debía seguir en un momento de transformaciones económicas y financieras. "No supimos leer la gravedad de la situación financiera que tenía este país, creímos que podríamos conseguir la refinanciación con dos años de tiempo y se nos cerraron las puertas", ha admitido el responsable, quien ha recordado la desaparición de Caja Segovia y Caja de Burgos, el cambio de enfoque de Banco Sabadell y la transformación de Caja Duero.    

"Tendríamos que haber actuado del mismo modo, pero antes, así hubiéramos tenido menos daños emocionales y menos efectos colaterales", ha incidido.