Chacón da un portazo...para bien
jueves 29 de agosto de 2013, 23:33h
Carme Chacón es, siempre lo ha sido, una figura atípica.
Renunciar al escaño y a la política interna para marcharse a los Estados
Unidos -a formarse, dicen-no es del todo nuevo en el Partido Socalista:
lo hizo Leire Pajín, por ejemplo, y lo hizo también Bibiana Aido, ambas ministras de Zapatero, como
la propia Chacón, que lo fue de Vivienda y, luego, de Defensa. No
recuerdo demasiados hechos relevantes, más allá de aquella revista de
tropas en estado de buena esperanza, en la trayectoria ministerial de la
señora Chacón, tan extremadamente discreta que, durante su paso por las
poltronas, rehuía sistemáticamente cualquier encuentro con los chicos
de la prensa. Pero, claro, ni la señora Pajín, ni la señora Aido, ambas
de no muy grata memoria en su paso por el Ejecutivo, fueron candidatas a
la secretaría general del PSOE y a la cabeza de cartel electoral frente
al PP.
Las gentes cercanas a Chacón, algunas de las cuales no
parecen estar asesorándola muy acertadamente, susurran que la ex
ministra y ex candidata no se quita de en medio, sino que va a
reflexionar, a mejorar su formación y a darse un baño académico
internacional en Miami en unos momentos en los que la experiencia
exterior resulta fundamental para distinguirse en una clase política
española excesivamente volcada sobre el terruño. O sea, que no podemos
descartar del todo que regrese a sus aspiraciones de liderar a los
socialistas cuando se celebren finalmente las primarias en el principal
partido de la oposición.
Unas primarias que, se especula ahora,
quizá se retrasen hasta comienzos de 2015. Grave error, claro, porque
los bandazos en el PSOE, la falta de liderazgos claros, los traspiés de
los segundos escalones, no se podrán prolongar por mucho tiempo. Alfredo Pérez Rubalcaba
sigue siendo el mejor activo del principal partido de la
oposición...hasta que aparezca otro que le supere. Y eso solo puede
darse a lo largo de una campaña electoral interna para ganar las
elecciones primarias.
Pero la realidad es que Chacón se va, que
Miami está lejos y que, en la sede del PSOE, en el seno del grupo
parlamentario socialista y en las distintas federaciones, comenzando por
la más poderosa, la andaluza, está habiendo mucho movimiento. Ignoro si
Rubalcaba piensa o no presentarse a la reelección y confrontarse con
Rajoy en noviembre de 2015, pero tiendo a pensar que lo más probable es
que ni él, ni el propio Rajoy, estén en esa confrontación, porque se
habrán ambos abrasado en un servicio de rehabilitación de las
estructuras nacionales. Ojalá sea así -yo también me atrevo, en un plano
mucho más modesto que Luther King y Obama, claro, a tener un sueño--: la política española necesita rostros nuevos, que signifiquen ideas nuevas.
Rostros
descontaminados de tanta 'operación política', de tanto maquillaje, de
tanta historia y tanto manejo no demasiado edificantes. Tengo todo el
respeto por la figura de Rubalcaba, y también por la de Rajoy. Y
por la honradez y el patriotismo de ambos. Pero ahora se necesita algo
más, y ambos deberían -that's my dream-dedicarse a pavimentar un futuro
mejor, no a tratar de protagonizarlo. Por seguir soñando, ¿qué tal una
confrontación preelectoral entre, por ejemplo, Soraya Sáenz de
Santamaría, apoyada -difícil cosa-por el 'aparato del PP' y Eduardo Madina, respaldado -tampoco es sencillo-por el también vasco Patxi López, por los 'barones' territoriales, incluyendo a la 'nueva' Susana Díaz, y el estado mayor de Ferraz?
Así,
la puesta de tierra -y mar-por medio de Chacón despeja, para mí, una
incógnita. Ella ha dejado saber que estaba harta del papel al que la
política de su propio partido, bajo la férrea batuta del hombre que la
derrotó por los pelos, la había relegado: ni protagonismo público ni
actividad interna en el propio grupo parlamentario. Y ella, hay que
decirlo, tampoco es una primera figura de la comunicación. No me parece
mala la idea de marcharse a un observatorio como Miami -con telescopio
sobre los hispanos de EE.UU y también sobre toda Latinaomérica--. Pero
no para volver de inmediato, no para aterrizar enredando en la
conferencia política del PSOE de noviembre ni para seguir en la murga de
la candidatura a las primarias.
A mi entender, Chacón
representaba, más por su entorno que por ella misma, los peores perfiles
partidarios de un zapaterismo que, pienso, ni Zapatero quería. Este
viaje a Miami ilumina, me parece, muchas cosas, y no es mala noticia
para Rubalcaba. Algo, por fin, se mueve en ese PSOE anclado -como el PP,
por cierto-en declaraciones y contradeclaraciones absurdas, como las
que han enmarcado la publicación de las rentas de Rubalcaba, y en
ocurrencias imposibles, como el 'impeachment' contra Rajoy. Que este
movimiento en el complicado ajedrez del partido de Pablo Iglesias sea
para bien, porque España va necesitando cada vez más claridad, al menos
claridad, sobre lo que los partidos diseñan para el inmediato porvenir.