Medio millar de personas ha acudido este jueves al funeral oficiado por la Diócesis de Ávila en memoria de las nueve víctimas mortales del accidente de autobús ocurrido el lunes en la Nacional 403 a la altura de la localidad de Tornadizos.
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; la presidenta de las Cortes regionales, María Josefa García; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano; el consejero de Fomento y Medio Ambiente
, Antonio Silván; el secretario de Organización del PSOE y portavoz socialista en las Cortes, Óscar Lopez, y el secretario general del Partido Socialista de Castilla y León (PSCyL), Julio Villarrubia, han sido algunos de los asistentes al funeral celebrado en la Catedral abulense, junto a algunos de los alcaldes de las localidades donde residían los fallecidos.
"Ahora nos sentimos más familia que nunca, estrechamente unidos no sólo por el dolor, sino también por la fe y la esperanza", ha subrayado el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, quien ha concelebrado la eucaristía con el arzobispo de Valladolid, el abulense Ricardo Blázquez, y el obispo de Benín, Bartolomé Adoukonou, además de una treintena de sacerdotes, algunos de ellos los párrocos de localidades con vecinos muertos en el accidente del lunes, donde además 22 personas resultaron heridas de distinta consideración.
García Burillo ha recordado que el accidente fue una "terrible noticia" y ha señalado cómo el papa Francisco le envió un mensaje para los afectados, el mismo día que el pontífice visitaba la isla italiana de Lampedusa.
Al final de la celebración religiosa, el prelado se ha propuesto orar por el conductor del vehículo, que resultó ileso y quedó en libertad provisional tras su declaración judicial "sin entrar en juicios de ningún tipo".
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