Los trabajadores del Musac denuncian "irregularidades" en la gestión del museo

Los trabajadores del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac) han manifestado este jueves que en dicho centro se producen "irregularidades" en la gestión desde su inauguración, en 2005, que responden tanto a las políticas culturales generales adoptadas por la Junta de Castilla y León como a la gestión interna del propio Museo.

Al respecto, han concretado que desde su creación, el Musac ha sido gestionado por la Fundación Siglo para las Artes en Castilla y León, que tiene entre sus fines la protección, fomento, financiación y desarrollo de actividades relacionadas con la lengua, cultura, pensamiento y las artes en sus distintas formas de creación y expresión, con el fin último de contribuir, a través de sus recursos, al progreso de la Comunidad y al enriquecimiento, disfrute, conocimiento, difusión y prestigio de las manifestaciones culturales y artísticas más relevantes de su historia y actualidad dentro y fuera de su ámbito territorial. 

Frente a este ideario, los trabajadores del Centro han apuntado que la realidad del modelo de gestión que observan día a día, desde mucho antes de la actual crisis económica, promueve la "opacidad" en la utilización de fondos públicos, la "precarización" y el "desamparo" de los empleados culturales, una creciente "injerencia" en la gestión de la Institución y, en definitiva, un "empobrecimiento de la calidad" de los programas.

Asimismo, han explicado que durante varios años asisten a la "paulatina privatización" de los servicios, auspiciando la generación de "empresas para todo" que compiten por cubrir los puestos de auxiliares de salas, limpieza, mantenimiento, seguridad y servicios auxiliares "al mejor postor", por lo que cada año se "precarizan" las condiciones de los trabajadores.

Condiciones laborales

Al mismo tiempo, se han promovido otras prácticas como mantener en puestos estructurales del Museo a personas en régimen de autónomos o empresas; prescindir de los servicios educativos a partir de una demanda ganada por los educadores tras su salida del Museo en el verano de 2011, así como sustituir periódicamente a auxiliares de sala, conserjes y personal de mantenimiento debido al cambio constante de empresas prestadoras de servicios. 

Del mismo modo, desde el año 2008 el equipo ha perdido un conservador jefe, un técnico asesor legal, un técnico administrativo, seis educadores, un auxiliar de servicios, un técnico de coordinación, un profesional de prensa, dos limpiadoras o dos vigilantes de seguridad, según ha informado el colectivo de los trabajadores del Musac. 

21 trabajadores menos

Todo ello se ha realizado de una manera "gradual y silenciosa", facilitada por los diferentes tipos de contratación y vínculos laborales con el Museo, que coexisten en una plantilla que en su momento máximo alcanzó las 54 personas y que en la actualidad se reduce a 33 personas, por lo que hay 21 menos.

Por otro lado, han indicado que no se han escatimado recursos económicos a la hora de generar una programación expositiva de gran calidad, pero que resulta problemática en sus discursos cuando no se ponen en práctica los propios cuestionamientos críticos proclamados, a través de herramientas para la transparencia de gestión, inserción y diálogo real con el contexto local y social del Museo. 

Además, han señalado que la actual reducción presupuestaria no afecta "en absoluto" a la elección, por parte de los responsables de la Institución, de unas prácticas responsables y éticas en la gestión del Museo. Esta postura, en su opinión, no se quiere adoptar y, en su lugar, priman el valor turístico y la categoría de evento que acompaña un programa político, sobre la voluntad de dotar a la Comunidad y a la ciudad de una institución cultural capaz de generar sentido y aportar beneficios en la vida cultural de las personas a largo plazo.

En este contexto, los trabajadores del Musac han reclamado la apertura de un proceso de reflexión "profundo" sobre el modelo de centro que se quiere para la Comunidad y no una "huida hacia adelante" con "nombramientos apresurados para acallar una grave situación". Se requiere, a su juicio, un análisis más detenido y una voluntad firme de solución en profundidad, "y no de un parcheado superficial".

Gestión "responsable y meditada"

Igualmente, han demandado la puesta en marcha de una gestión "responsable, meditada y transparente" de los recursos públicos destinados a la cultura, y que éstos reviertan en una inversión de calidad y a largo plazo para los ciudadanos, pagadores y destinatarios primeros de esta infraestructura.

De la misma forma, han requerido "responsabilidad, generosidad y vocación de servicio público" a los responsables de la Institución, que en su opinión han de priorizar el interés del Museo y velar por las posibilidades que éste puede aportar a su contexto, por encima de intereses profesionales personales o políticos.

Por último, han manifestado su "profundo compromiso" con la Institución y su voluntad de trabajo para la mejora de la misma.

Los empleados del centro se han pronunciado de este modo ante la reciente problemática surgida tras la dimisión de la directora del Musac, Eva González-Sancho, tres meses después de ocupar su cargo y del Comité Asesor del Museo.