Herrera sostiene que "ningún ciudadano de Castilla y León va a carecer del transporte público que necesita"

El pleno de este miércoles de las Cortes regionales ha comenzado con un minuto de silencio en memoria de la joven de 19 años fallecida en Lorenzana (León) asfixiada por su pareja. Un recuerdo que, según ha señalado la presidenta de Cámara, María Josefa García Cirac, se ha hecho extensible a todas las víctimas de violencia de género, a las que se ha dedicado el aplauso de todos los procuradores puestos en pie.

Se ha iniciado posteriormente la sesión con las preguntas de actualidad al Ejecutivo regional, la primera de ellas dirigida por el portavoz del Grupo Socialista, Óscar López, al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, al que ha preguntado qué piensa hacer la Junta para evitar la supresión de servicios ferroviarios en Castilla y León.

Herrera ha asegurado que desde que se conoció el Plan, la Junta está adoptando todas las acciones necesarias para que esa racionalización no suponga ningún cierre, clausura o desmantelamiento y para que se garanticen las conexiones entre las capitales y ciudades más importantes de la Comunidad y se considere un servicio público.

Por su parte, López ha recordado que mientras que entre 1996 y 2003, con el Gobierno del PP, se invirtieron en la Comunidad en infraestructuras ferroviarias 1.790 millones de euros, entre 2004 y 2011, con gobiernos socialistas,  fueron 5.599. Ha señalado, además, que resulta "inadmisible, insolidario y una insensatez" usar criterios de rentabilidad para planificar el transporte ferroviario, y ha apuntado que si ya tenemos aeropuertos sin aviones, ahora vamos a tener estaciones sin trenes.

La réplica de Herrera ha llegado reprochando al portavoz del PSOE los cierres de líneas que llevó a cabo el Gobierno socialista, como la de la Plata, la del Mediterráneo o  la de Ariza. Ha detallado, no obstante, que de los 34 itinerarios deficitarios, 26 son considerados como de obligado servicio público, mientras que para los otros ocho se buscarán alternativas mediante conexiones intermodales de forma que "ningún ciudadano de Castilla y León va a carecer del transporte público que necesita". Herrera ha defendido la racionalización de los servicios ya que, no se pueden mantener trenes con tres plazas de ocupación o con un billete que al viajero le cuesta diez euros y a las arcas públicas 300. En cualquier caso ha concluido que "la racionalización es compatible con pensar en las personas".