Garantía Juvenil

Este lunes, tuve oportunidad de asistir a una conferencia sobre empleo juvenil, concretamente sobre Garantía Juvenil, que organizaba el Consejo de la Juventud de España, con la presencia del Comisario Europeo de Empleo, Lászlo Ándor, y el Director General de Trabajo, Miguel Ángel García. 

Dicha Conferencia estuvo presidida por Ricardo Ibarra, Presidente de CJE (Consejo de la Juventud de España), y contaba con la presencia de numerosos cargos públicos de diferentes comunidades autónomas, ávidas de conocer más detalles de tan interesante proyecto encargado de paliar el desempleo juvenil Europeo. 

Soy consciente de la ilusión y esfuerzo que supone la realización de un acto como este, cuyo objetivo no es otro que dar a conocer una de las posibles soluciones al desempleo juvenil, poniendo en valor y trabajando en positivo para tratar de dar oportunidades a nuestra juventud. 

Al día siguiente, el protagonismo de tan interesante estrategia de empleo joven, fue tan limitado como el conocimiento del Comisario Europeo de Empleo sobre nuestra constitución, al declarar como posible solución la creación de un contrato único, modalidad que la ministra de empleo, Fátima Báñez no tardó en declarar como inconstitucional. 

Por ello y por no caer en el mismo error de protagonismo, no me detendré en valorar las palabras del Comisario y sí lo haré sobre la estrategia europea 2014-2020 que versa sobre Garantía Juvenil. Esta iniciativa nace en el seno del Foro europeo de la Juventud y trata de  aprovechar servicios y recursos ya existentes en los todos los ámbitos (educación, empleo, juventud, entidades locales, agentes sociales y empresas), para garantizar que un joven no pase más de cuatro meses sin una oferta educativa, formativa o laboral. 

Para ello, la Unión Europea, a través del Fondo Social Europeo, dota al proyecto de 6.000 millones euros, cantidad a todas luces insuficiente, fijando la inversión en 150 euros aproximadamente por joven europeo, correspondiéndole a España a día de hoy 920 millones de euros para su puesta en marcha. Insisto en lo de a día de hoy, ya que las últimas recomendaciones de la Unión Europea hablan de ampliar el margen de acceso a dichos fondos, lo cual previsiblemente podría perjudicarnos. 

Este proyecto ya se puso en marcha en países como Suecia, Austria, Finlandia y Dinamarca, arrojando muy buenos resultados situándose su tasa de desempleo por debajo del 20%. 

Por otro lado, el Comisario afirmó que el gasto que supone el desempleo juvenil en España responde a 16.000 millones de euros, por lo que sale más caro no hacer nada, que acogerse a este programa invirtiendo en la calidad de vida de uno de los sectores más castigados por la  crisis.

Roberto Carlos López Martín. Presidente del Consejo de la Juventud de Castilla y León.