De bufandas, sobres, astillas...y demás...

Llevamos ya varios meses que no hay conversación en la que no aparezcan los "sobres" de unos, las "bufandas" que reciben otros, las "astillas" que perciben los de más allá...términos todos ellos que no sé muy bien de dónde han salido, pero que desde luego, si no fuese por la vergüenza que producen en unos momentos tan duros como los que estamos viviendo el conjunto de la sociedad, nos acercarían mucho al Siglo de Oro de nuestras letras, a lo que cuando yo estudiaba, hace ya muchos años de esto, se daba por llamar la novela picaresca pero sin la gracia y el ingenio que tenían o siguen teniendo, dada su vigencia, aquellos personajes.

Creo que arrancar con un poco de humor estas pocas líneas es bueno, pues algunos van a acabar consiguiendo que este sentido, ante las noticias que van apareciendo cada día, se acabe perdiendo al comprobar en que estamos convirtiendo entre todos, eso que nadie lo olvide, nuestra sociedad.

Ante el desprestigio generalizado que está viviendo la clase política, aquí quiero hacer un apunte que me reservo para el final de esta opinión, a estos no se les ha ocurrido otra solución para demostrar su honradez, que se les suponía a todos como la valentía a los que hicimos la mili, que airear sus cuentas, depósitos, fondos de inversión, hipotecas. ¿Creen ustedes que ese es un buen sistema para recuperar el prestigio perdido? Sinceramente considero que no. Más allá de satisfacer ese gusto por el cotilleo que nos caracteriza, aunque nos cueste reconocerlo, a muchos de los habitantes de esta piel de toro, esa medida, en poco o nada, va a contribuir a regenerar esta sociedad que tan tocada está, en lo económico, por la crisis general que golpea a casi todos sus estamentos; y en lo moral no sólo por  escándalos o presuntos escándalos que han provocado nuestros políticos sino por esa teoría del "y tú más" que parece ser la única salida que sus centenares de asesores han sido capaces de ofrecerles ante el profundo malestar que sus formas de actuar y sus actitudes han generado entre sus conciudadanos.

La transparencia, la honestidad, las ganas de servir y no de servirse...nunca se podrán reflejar en una fría declaración de la renta o de los bienes que cada uno tiene...y eso es lo que unos y otros, de un signo o de otro, nos quieren hacer creer en estos últimos días. Sólo el trabajo diario a favor de la sociedad, a la que deben no sólo oír sino escuchar, les permitirá a nuestros políticos dejar de ser uno de los colectivos  que más en desgracia ha caído dentro de la valoración de la ciudadanía que nos se debe olvidar son quienes les han colocado en esas sillones y poltronas con sus votos.

Dicho todo esto y a fe de ser sincero, soy de los que pienso, o más bien prefiero pensar, que esto de los sobres, bufandas o astillas sólo afecta a una parte muy pequeña de nuestra clase política, eso sí los más "mediáticos" como se dice en el lenguaje moderno, mientras que el resto hacen un trabajo callado, del que nos beneficiamos todos de una u otra forma, labor ésta que no trasciende tanto a los titulares de los periódicos...pero claro es precisamente para esos para lo que les hemos elegido.

Nacho Falces Yoldi. Periodista.