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Dejó abandonado al bebé en un pinar de la localidad de Chatún

Un jurado popular declara culpable de homicidio doloso a la joven que abandonó a su recién nacido en Segovia

Un jurado popular declara culpable de homicidio doloso a la joven que abandonó a su recién nacido en Segovia

viernes 08 de febrero de 2013, 15:41h
El jurado popular de la Audiencia Provincial de Segovia ha declarado culpable de homicidio doloso a la joven polaca acusada de provocar la muerte a su recién nacido tras dar a luz en solitario en Mudrián y dejarlo abandonado en un pinar de la localidad de Chatún.

En su veredicto, los siete hombres y las dos mujeres que componen el jurado han considerado que la encausada es culpable de homicidio doloso con el atenuante de confesión, solicitado tanto por Ministerio Fiscal como por la defensa, ya que finalmente declaró lo sucedido y ha colaborado con la justicia al no negarse a relatar los hechos ante el tribunal. El jurado ha rechazado, según requirió el abogado de la joven, trastorno mental transitorio, miedo insuperable y estado de necesidad.

La encausada se enfrenta ahora a una pena de entre diez y quince años de prisión, según han informado a Europa Press fuentes judiciales a la vista de la petición de abogado defensor y Fiscalía. Esta última, quien le imputaba delito de asesinato con agravante de parentesco, ha rebajado el castigo inicial, que contemplaba 18 años de cárcel y 150.000 euros de indemnización al exmarido de la mujer por perjuicios morales.

Los hechos tuvieron lugar el 30 de octubre de 2011, cuando la joven, Magdalena K. C, de 28 entonces, temporera en la empresa Viveros La Segoviana de Mudrián, dio a luz en un pinar de esta localidad y dejó después a su pequeño en otro pinar de la vecina Chatún, donde murió por asfixia por no serle limpiadas las vías respiratorias después de tragar el líquido amniótico.

La mujer, que llegó a España para trabajar embarazada de cuatro meses, ocultó en todo momento su estado "por miedo a perder el empleo", que necesitaba para enviar dinero a sus tres hijas, según aseguró durante la vista oral iniciada el lunes. Para justificar el abultamiento de su vientre, inventó que permanecía bajo tratamiento por un cáncer de útero que le hacía retener líquidos.

En su declaración, la joven defendió su inocencia y aseguró que abandonó al recién nacido "en estado de shock" y con la intención de que alguien lo encontrara y lo recogiera al amanecer, ya que la zona donde lo depositó es muy frecuentada por los vecinos en época de setas.

El cadáver del bebé fue hallado el 5 de noviembre por dos vecinas sobre una camiseta y un chaleco de lana, al acecho de animales y expuesto al frío, según la versión de los propios testigos.

En adopción

La joven declaró que su intención era dar en adopción al niño, fruto de una relación esporádica con un amigo, a su regreso a Polonia, pero que el nacimiento se produjo un mes antes de lo previsto y que al notar las contracciones del parto entró en pánico y confusión, lo que desencadenó en los hechos relatados.

Argumentó también que en su país natal se divorció por los malos tratos sufridos por su pareja, lo que le había hecho someterse a tratamiento psicológico, y que llegó a España con el fin de ganar dinero para mandar a sus hijas, de las que se había hecho cargo en solitario. No obstante, los informes psicológicos revelaron que la encausada no permanecía en estado de shock cuando se produjeron los hechos ni padecía trastorno mental.

La fiscal encargada del caso alegó que la muerte de un niño es siempre alevosa y que la culpada actuó siempre de manera premeditada y con la intención de "deshacerse del bebé" porque consideraba a este hijo una "molestia".

De hecho, según dijo, lo abandonó en un pinar sin posibilidad de subsistir o de que alguien lo localizara, pues era ya de noche y el punto donde lo dejó, a los pies de un árbol, se encuentra a 300 metros de la carretera, desde donde era difícil divisarlo.

El abogado defensor, quien reconoció que el suceso fue "terrible", pidió por su parte al jurado que intentara conocer a la persona y entender los motivos personales que le llevaron a cometer tales hechos. El letrado insistió en que proporcionó defensa al niño, al que dejó al abrigo de los árboles y arropado con dos prendas, "desgraciadamente insuficientes", y que por ello no concurría alevosía ni, por tanto, asesinato.
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