La mordaza

No quieren que hablemos. No quieren que la gente sepa que traemos ideas nuevas, moldes nuevos, para una nueva forma de entender la política. Ayer por la tarde, el departamento de prensa de Sociedad Civil y Democracia de Castilla y León, envió una nota a los medios de comunicación de Valladolid, anunciando la presentación en esta ciudad del proyecto SCD. Nuestra nota informaba que el próximo día 22 de Febrero, y con la presencia de su presidente Mario Conde, Sociedad Civil y Democracia iniciaba su andadura política en esta autonomía. Anunciábamos esa cita, pero también dábamos nuestra opinión sobre la trama Gürtel y su posible vinculación con la financiación irregular del Partido Popular.

Más de treinta correos electrónicos salieron para las agencias de noticias, las radios, la televisión y las redacciones de los periódicos de Valladolid. Pues únicamente dos medios, dos, han sido capaces de rebotar la nota y publicarla. Esos medios han sido Diariocrítico de Castilla y León y El Economista. Dos periódicos digitales que saben utilizar su independencia, para informar a sus lectores de cualquier noticia que pueda tener interés para ellos.

Ya sabemos que todas las fuerzas políticas que denunciamos el actual sistema y proclamamos la necesidad de un cambio radical en la forma de entender nuestra democracia, estamos castigados con una enorme mordaza que nos impide llegar a la gente. Los medios de comunicación de Castilla y León tienen miedo a las represalias, a las amenazas y a la pérdida final de las ayudas económicas que salen de las instituciones autonómicas y municipales, y que les permiten sobrevivir en estos tiempos convulsos. Es lógico, pero es triste, porque eso indica una sumisión vergonzosa al poder económico y priva a la gente de conocer de forma objetiva, acontecimientos, actos o sucesos políticos distintos a aquellos que protagonizan las autoridades autonómicas o municipales. No digo que sean actos o mensajes mejores o peores a los actuales, pero eso es una decisión democrática de los ciudadanos, que tienen un derecho constitucional a ser informados objetivamente de todo aquello que pueda significar una alternancia política en España. 

Eso es todo, solo pedimos que nos quiten la mordaza y nos dejen hablar. Solo hablar y que la gente sepa lo que ofrecemos.