CC.OO. advierte de que si sólo se atiende a criterios económicos peligran once líneas ferroviarias en CyL

El sindicato Comisiones Obreras ha advertido de que si sólo se atiende a criterios económicos pueden peligrar en España varias líneas o relaciones tanto 'intra' como 'intercomunitarias', de las cuales once se encuentran en Castilla y León y tienen un coste de 15 millones de euros.

Así lo ha expresado el secretario general del Sector Ferroviario de Comisiones Obreras, Juan Carlos Cáceres, quien ha ofrecido una rueda de prensa con motivo del X Congreso que se celebra en Valladolid en el que dejará la Secretaría General.

Cáceres, quien ha recordado la importancia de este sector en toda España --65.000 trabajadores incluyendo todas las empresas de viajeros y mercancías que utilizan el carril, tranvías, metro o empresas auxiliares, según el sindicato--, ha asegurado que se vive un momento "clave" a la hora de definir el sector ferroviario del país.

A este respecto, ha indicado que con el Decreto de julio "se ha puesto en la picota con cierto riesgo" el modelo ferroviario que se tenía, con un primer paso que será la desaparición de FEVE en enero, pero a continuación el Gobierno tendrá que elevar al Consejo de Ministros un informe en el que se cuestionará qué hacer con las infraestructuras deficitarias y cuáles son servicios públicos y pueden ser así subvencionables.

En este sentido, ha aclarado que o si no se declarasen como tal podrían traspasarse a las comunidades autónomas o se deberían dar servicios alternativos por otro medios de transporte.

A su juicio, de esta forma en España se hará "todo lo contrario" a lo que se hace en Europa, con la apertura a la competencia de los servicios de mercancías y, en el futuro, al de viajeros, cuando Francia y Alemania tienen operadores públicos.

Comisiones Obreras considera que el modelo de gestión que se propone con la división en cuatro sociedades puede ser un adelanto a la liberalización y futuras privatizaciones, de manera que se pone en riesgo o puede terminarse con un modelo que "se exporta al resto del mundo".

Desaparición de líneas

De esta forma, Juan Carlos Cáceres ha explicado que hay una serie de transportes que se contemplan como servicios públicos como pueden ser los cercanías y "nadie pensaría que podrían explotarse a coste de la prestación real" y ha puesto como ejemplo que un millón de usuarios diarios en Madrid no tuvieran tren.

En el caso de la media distancia no se contempla todo como servicio público, por lo que a final de año habrá que ver qué ocurre y destacado el caso de Castilla y León, donde si sólo se atiende a "criterios economicistas", con un criterio como un 15 por ciento de mínimo de ocupación, hay difícil solución para muchos de ellos si no se tienen en cuenta otras cuestiones como la dispersión y la población, por ejemplo. Cáceres ha recordado que el coste de las cercanías en el país es de 280 millones y de 200 en el caso de la media distancia.

En el caso de Castilla y León, ha explicado que estarían afectadas cuatro líneas intracomunitarias que suman un coste de cinco millones de euros y otras siete relaciones que suponen diez millones y que "tendrían difícil supervivencia".

Esto podría suponer que Soria fuera la segunda provincia sin relación directa con Madrid junto con Teruel o que desaparecieran líneas como ya ocurriera con las de Ariza y Ruta de la Plata, por lo que ha abogado por tener en cuenta la diversidad de la población, el impacto ambiental de la eliminación de las líneas o la vertebración del territorio.

En concreto, dentro de la Comunidad se encuentran líneas como la León-Ponferrada, que supone desmbolsos de 2,5 millones de euros y tiene un 10,8 por ciento de cobertura, aunque podría aumentar con el AVE del Noroeste, o la Salamanca Ávila, que tiene una "relación muy buena" con Madrid pero que supone pérdidas de 675.000 euros y tiene un índice de cobertura del 6,9. Cáceres ha planteado si horarios más adecuados podrían reducir costes.

Asimismo, se encuentran en esta situación la relación Valladolid-Puebla de Sanabria, que supone 1,8 millones de pérdidas y tiene un 7,3 por ciento de cobertura o Valladolid-Palencia-Burgos, que tienen una cobertura del 12,4 por ciento pero que hacen un efecto "red" que también considera que hay que tener en cuenta.

Además, ha incidido en que estas líneas pueden tener conexiones en el futuro con la red de Alta Velocidad, por ejemplo, y ha insistido en que se tengan en cuenta la cohesión social, la vertebración, el territorio, la dispersión y la población envejecida de la Comunidad a la hora de tomar decisiones.

Juan Carlos Cáceres se ha expresado así en una rueda de prensa previa al X Congreso del Sector Ferroviario Estatal de Comisiones Obreras, que se celebra en Valladolid hasta el día 20 de diciembre y al que asistirán casi 200 personas, entre ellos delegados de todas las Comunidades.

El Congreso elegirá la nueva dirección del Sector Ferroviario de CC.OO. para los próximos cuatro años y definirá su estrategia y la acción sindical.

Los soterramientos, en vía muerta

Por otra parte, Comisiones Obreras también ha calculado que los 15 proyectos de integración de ferrocarril en ciudades podrían suponer pérdidas de unos 12.000 millones de euros debido a las pérdidas de valor inmobiliario o sobrevaloraciones, el mal cálculo de las obras o el pago de interés, por lo que el Ministerio de Fomento intenta negociar con las comunidades autónomas para replantear proyectos.

Cáceres ha asegurado que en el último Consejo de Administración de Adif, del que forma parte, se han debatido todos los proyectos y se ha hecho un informe sobre su situación y se ha decidido que, al igual que ocurriera en León, se disuelva la Sociedad Palencia Alta Velocidad, aunque en ambas ciudades se mantienen convenios que permitirán trabajar desde fuera de Adif.

A este respecto, ha recordado que algo más de un kilómetro de soterramiento del ferrocarril en el Pinar de Antequera, en Valladolid, ha supuesto más de 100 millones de euros, y ha incidido en que el sindicato siempre ha visto que costaba más soterrar que "poner en valor" todos el sistema de ferrocarril español.

Sin embargo, "se ahorraba en otras cosas" y se hacían actuaciones urbanísticas que correspondían a comunidades autónomas y ayuntamientos, ha explicado Cáceres, quien ha afirmado que ahora se intenta negociar con las comunidades y replantear proyectos porque en algunos sitios el endeudamiento y los créditos empiezan "a tener impacto".

El responsable de CC.OO, que ha explicado la situación de estos proyectos en Castilla y León, ha puesto como ejemplo de ello Valladolid, donde la Sociedad Alta Velocidad pidió un préstamo de más de 400 millones de euros y su primer plazo de intereses, de unos 65 millones, vencerá el próximo ejercicio.


Trasladar los talleres

Para que en Valladolid no ocurra lo mismo, ha explicado que habría que trasladar los talleres de Renfe, con una superficie de 30 hectáreas, y vender los terrenos, pero el cambio de ubicación no se puede producir antes de 2014.

El problema es que el valor inmobiliario de los terrenos ha bajado sustancialmente, hay que tener en cuenta el coste del traslado, los intereses del crédito y la finalización de la variante de mercancías, para la que no hay fondos en los presupuestos, y después ejecutar el soterramiento, que tiene un "coste importante".

Cáceres ha aclarado que, ante esta situación, "siendo positivos", Valladolid tendrá soterramiento pero no se puede decir en qué plazo.

A su juicio, "algo hay que hacer" con la estación de Valladolid porque cuando haya Alta Velocidad hacia el Noroeste y se construya la 'Y vasca' no podrá tener esas instalaciones y ha recordado que el soterramiento en la ciudad es "la oportunidad política que nadie ha puesto en entredicho", excepto Izquierda Unida, que apuesta por otro tipo de integración.

Juan Carlos Cáceres ha explicado que ante situaciones como ésta se negocia con todos los bancos y se reestructura con cada sociedad el valor de la deuda con las entidades de crédito y mientras tanto se trata de vender algún terreno, con una tasación nueva asumible y mientras se cumplen los plazos.

En el caso de León, ha agregado, existe una estación "provisional, pequeña", de manera que si algún día se incrementaran mucho los trenes de Alta Velocidad tendría problemas.