Galán pide aprobar una reforma energética "estructural" cuanto antes

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha pedido este martes que la reforma energética "estructural" anunciada por el ministro de Industria, José Manuel Soria, "se desarrolle en el mas corto plazo posible".
 
Durante la inauguración del II Congreso Nacional de Directivos de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Galán ha asegurado confiar en la voluntad del Gobierno para llevar esta iniciativa a cabo.

Soria ha apuntado en las últimas semanas que Industria trabaja en una nueva reforma energética que modificaría aspectos como la distribución, el transporte, las condiciones para acogerse a la tarifa de último recurso (TUR) o el paso de algunos costes del sistema eléctrico a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

En su discurso, Galán ha reiterado varias veces la necesidad de contar con un "marco jurídico transparente, objetivo y predecible" en el ámbito energético, "alejado de decisiones provisionales", más racional y de largo plazo, informa Efe.

En su opinión, esta es la causa de que los inversores de la zona euro se marchen a países como los Estados Unidos o los emergentes, donde hay "regulaciones más estables".

Ha añadido que es preciso determinar el tipo de modelo que se quiere, y ha cuestionado "si España se puede permitir pagar 70.000 millones de euros de aquí a 2020 en primas" para las renovables y otras tecnologías necesitadas de ayudas.

Ha asegurado que las empresas eléctricas quieren "ayudar a salir de la crisis" y, en ese sentido, ha señalado que Iberdrola trabaja para preparar "una fase de crecimiento futuro que seguro llegará", en la medida de lo posible, "sin que los accionistas se vean afectados".

Ha defendido que el déficit de tarifa -generado porque los ingresos del sistema no son suficientes para cubrir los costes- es una consecuencia de decisiones políticas "inadecuadas", como las ayudas para tecnologías renovables que no eran suficientemente maduras.

En su opinión, esto ha creado, además, una situación "irracional", porque las eléctricas financian con su propia deuda a sus competidores, que son las renovables.