Caja España- Duero estima que en el tercer trimestre podría haberse frenado el deterioro económico en la región

El "Boletín Económico de Castilla y León" de Caja España-Duero recoge en su número 32 la situación de la economía regional y provincial, y la de su entorno nacional e internacional relativa al segundo trimestre de 2012.

Las respuestas de los expertos del panel indican que en el tercer trimestre en que nos encontramos podría haberse frenado el deterioro económico regional de los últimos trimestres, puesto que las respuestas sobre la actividad actual no han empeorado (excepto en inversión). Sí en cambio siguen empeorando las expectativas sobre el futuro inmediato.

Este  Indicador Sintético de Actividad, que utiliza variables de demanda y de empleo para recoger el ciclo de la economía no agraria, estima que las situaciones de las economías provinciales siguen siendo dispares, con tres provincias mostrando un tono cíclico que este trimestre se acelera por encima de la media (además de León y Palencia como en el trimestre anterior, ahora también Valladolid), mientras que en el lado opuesto Salamanca tiene el peor resultado con un retroceso de su indicador, Burgos se estanca, y Ávila, Segovia, Soria y Zamora avanzan pero por debajo de la media. Con respecto al mercado laboral, tres provincias (Soria, Palencia y Ávila) han registrado moderados incrementos interanuales del empleo y una (Salamanca) prácticamente lo ha mantenido, mientras que las cinco provincias restantes registraron caídas significativas que van desde el 4,4% de Burgos al 8,6% de Zamora y Segovia.

Los datos de la Contabilidad Trimestral de Castilla y León indican que la tasa de crecimiento interanual del PIB se ha debilitado nueve décimas, cayendo al -1,2%. El consumo privado se desacelera cinco décimas hasta una caída anual del 0,6%, aunque sigue siendo mucho menos que la contracción del consumo privado nacional (-2,2%). El consumo público también sigue reduciéndose, hasta un 5,4% interanual, mucho más que en trimestres pasados y superando la caída media nacional (-3,0%). La inversión en capital fijo también se debilita, hasta una contracción del 6,0% interanual, aunque es un resultado mejor que la media nacional (-9,4%).

El panel de indicadores seleccionados no muestra un perfil tan claro de empeoramiento respecto al trimestre anterior. Respecto al primer trimestre vuelven a empeorar, aunque ligeramente, los indicadores de la actividad industrial (IPI y IPI de bienes de equipo), y también empeoran los indicadores del sector servicios (el número de viajeros, el índice de comercio al por menor, y el indicador de actividad del sector servicios). Sin embargo mejoran la compraventa de vivienda nueva (aunque sigue disminuyendo), las exportaciones (aunque siguen en negativo), las importaciones y las matriculaciones de vehículos industriales (las de turismos se mantienen en la misma tasa negativa del primer trimestre).

Comparando con el nivel medio nacional, los indicadores que marcan un mejor resultado son solamente la matriculación de vehículos industriales y las importaciones (especialmente las de automóviles), mientras que los demás evolucionan peor que la media: el IPI (ligeramente), el IPI de bienes de equipo, la matriculación de turismos (ligeramente), el número de viajeros, la compraventa de vivienda nueva, el índice de comercio al por menor, el indicador de actividad del sector servicios (ligeramente) y las exportaciones. 

En el segundo trimestre, de acuerdo con las cifras de la EPA, en relación con el mismo trimestre de hace un año la ocupación regional se redujo en algo más de cuarenta mil personas, con lo que la tasa interanual de destrucción de empleo se aceleró por cuarto trimestre consecutivo hasta el 4,1%. La tasa interanual de crecimiento del número de parados en Castilla y León duplicó en intensidad la del trimestre precedente, hasta alcanzar el 21,1% y superando el promedio nacional (17,8%). La tasa de paro regional aumentó el último año cerca de tres puntos y medio, hasta el 19,8% de la población activa, todavía casi cinco puntos por debajo de la tasa nacional.

Por su parte, la eurozona registró una caída del PIB del 0,2% en el segundo trimestre respecto al primero, lo que en términos interanuales se traduce en un retroceso del 0,5% (para la UE27 las cifras son algo mejores, con caídas del 0,1% y 0,3% respectivamente). En este contexto el PIB español se redujo algo más, un 0,4% intertrimestral, con una caída interanual del 1,3%, lo que supone empeoramientos de los registros del primer trimestre (cuando las contracciones fueron de tres y seis décimas, respectivamente) debido, sobre todo, al menor consumo de los hogares.

Durante el segundo trimestre la ocupación estimada en España por la EPA se redujo en cerca de dieciséis mil personas en relación con la del trimestre anterior, y con respecto al mismo trimestre del año pasado la pérdida acumulada de empleo se acercó a las novecientas mil personas, lo que supone una caída interanual del 4,8%, intensificándose el ritmo de destrucción de empleo por cuarto trimestre consecutivo. La tasa de paro aumentó en consecuencia durante el último año 3,7 puntos hasta el 24,6% de la población activa, superando el record histórico que correspondía al primer trimestre de 1994.