"Algo así como el fin del Estado de las Autonomías..."
martes 24 de julio de 2012, 00:19h
Quien habla con el periodista es un alto cargo institucional. Ya no cree
en la eficacia del Gobierno al que apoyó, y menos aún en la de los
anteriores gobernantes, a los que solo inicialmente, allá por 2004,
respaldó. Quiere a España, se dice patriota y, como todos, no oculta su
preocupación. Las cosas se están llevando mal, dice. Un huracán ha
barrido todas las convenciones de lo establecido, todo está ahora en
tela de juicio y la España alegre y confiada que hasta mayo de 2010
llevaba un rumbo (quizá equivocado) se ha convertido ahora en la España
malhumorada, desconcertada y segura de que el futuro jamás traerá un
bienestar similar al del pasado.
El sistema autonómico es lo
primero que ha tenido que ponerse en urgente cuestionamiento. Quizá
debimos, coincide con el periodista el alto cargo institucional,
impulsar antes una reforma constitucional sobre la marcha de las
autonomías. Pero a ver quién le ponía el cascabel a ese gato. El
periodista recuerda que el debate sobre el estado de las autonomías, que
anualmente se celebraba en el Senado, se suspendió abruptamente cuando
quedó patente que los datos que aportaba cada uno de los presidentes
autonómicos simplemente no casaban. Y las conferencias de presidentes de
las autonomías nunca han vuelto a repetirse, quizá por lo mismo: porque
aquello era una jaula de grillos de imposible concertación. Y el Título
VIII de la Constitución, redactado para salir del centralismo
franquista, simplemente ya no vale treinta y cuatro años de desarrollo
(y malformación) autonómico después.
"Ahora estamos ante algo
así como el final del Estado de las Autonomías, al menos tal y como
estaba concebido de 'café para todos', tabla de quesos...". El alto
cargo cree que la petición de rescate -porque rescate es-por parte de la
Comunidad Valenciana ha abierto el camino para ese final atípico, que
vaya usted a saber en qué acabará realmente. Ahora, Murcia, con la
marcha hacia atrás y hacia delante de su presidente, Ramón Luis Valcárcel,
a la hora de reconocer que tiene que pedir ayudas del Estado, confirma
que Valencia va a estar seguida por otras. Quizá la propia Cataluña,
cuyo presidente, Artur Mas, encabeza ahora la disidencia a los planes del Ejecutivo, con amenazas secesionistas incluidas...Lo dicho: un lío.
El
interlocutor del periodista reconoce que acaso haya que volver a los
viejos planteamientos, diferenciando comunidades históricas -las que
compusieron galeusca-de las que no lo son, mayoritariamente controladas
por el Partido Popular -con las excepciones de Andalucía, Asturias y
Canarias-y, por tanto, más susceptibles de allanarse a lo que surgiese
de una reforma constitucional pactada entre los dos mayores partidos a
escala nacional. El interlocutor, sin embargo, no se muestra optimista:
falta sentido del Estado, dice. Escasea la altura de miras, opina. Las
ideas brillan por su ausencia. Y así, no hay salida, sentencia.