Ajustes, presupuestos, minería...Una jornada para olvidar

Este miércoles, 11 de julio, ya se preveía que iba a ser una jornada dura en la que lo que era un secreto a voces, las nuevas medidas de ajuste del Gobierno Rajoy, se iban a materializar. Y, curiosamente, mientras en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno informaba de las subidas del IVA, el recorte del subsidio de desempleo o la eliminación de la paga de Navidad de los funcionarios, en las Cortes de Castilla y León sus señorías intentaban cumplir con el trámite obligado de aprobar el Proyecto de Presupuestos de la Comunidad para 2012. La verdad es que sólo lo intentaban, porque en la mente de todos estaba más lo que en ese justo momento estaba ocurriendo en la Cámara Baja que las llamadas "secciones" que dan contenido a cada una de las consejerías de la Comunidad.

Sin embargo, lo más increíble es que lo que en el Parlamento autonómico se está aprobando puede ser nuevamente modificado en cuanto se desarrollen las diferentes medidas de ajuste del Gobierno Rajoy. No es, por lo tanto, de extrañar que el semblante de los procuradores no fuese  precisamente como para ir de fiesta, primero por la que se nos viene encima y, segundo, porque el trámite parlamentario de aprobar el Proyecto de Presupuesto no gusta absolutamente a nadie y se repite un año más la misma retahila de cientos de enmiendas que se defienden en pleno y que son rechazadas por segunda vez, porque ya han pasado por comisión.

Pero mientras se intentaban debatir las enmiendas, los ajustes de Rajoy se colaron por la puerta del hemiciclo y se sentaron en la bancada azul. También en la granate, pero unos y otros tardaron en digerir unas medidas de las que nadie escapa. De hecho, el propio portavoz del Grupo Socialista y secretario de Organización del PSOE, Óscar López, hizo unas cortas declaraciones con un semblante serio, muy serio, dos horas después de conocerse las medidas. Más tardaron en el Ejecutivo regional, cuyos responsables rehusaron en un principio hacer declaraciones sobre lo que era, sin duda, la noticia no ya del día, sino del año. Fue el propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, el que finalmente habló (previamente hubo una especie de asedio de periodistas a su despacho en las Cortes), para realizar una comparecencia oficial cargada de sinceridad en la que, en sintonía con Rajoy, dejó claro que "las medidas son dolorosas pero la enfermedad es muy grave". Al mismo tiempo, y por si fuera poco, batalla campal en Madrid, con grupos antisistema que revientan la manifestación de los mineros, que, por si fuera poco,  siguen sin conseguir la más mínima concesión del ministro Soria.
Definitivamente, un día para olvidar.