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Juguemos a las adivinanzas

Juguemos a las adivinanzas

Por González Palacín
miércoles 11 de julio de 2012, 19:50h
El otro día le preguntaba a un agricultor, a uno de esos buenos profesionales que jalonan la geografía y las parcelas de Castilla: "¿Qué, Pedro, cómo tienes el cereal?". Él se quedó pensativo unos segundos y su respuesta fue franca y directa: "Cuando lo tenga en el banco te lo digo"... Esta pequeña anécdota me viene que ni al pelo para comentar una situación que se produce un año tras otro en estas fechas cuando, quizás por la demanda de información que nos reclaman los medios de comunicación, nos vemos muchas veces "obligados" a decir la situación de la cosecha...

Casi cuando la primera cosechadora comienza a aparecer por nuestras carreteras ya parece que nos vemos obligados a lanzar datos sobre producciones, pérdidas, ganancias... muchas veces precipitados y a los que el paso del tiempo contribuye de una manera, lamentable, a poner en su sitio. Tanto en los años buenos como en los malos es muy complicado aforar la situación de nuestras parcelas, si no es capaz la Administración Regional Agraria de hacerlo con exactitud, en algunas provincias en 10 días sus datos se han modificado de forma preocupante, cómo lo vamos a hacer las organizaciones agrarias que no contamos, ni de lejos, con los medios humanos y técnicos que ellos tienen a su disposición....

Llamar a la prudencia, a todos, parece siempre lo mejor en estos casos pero eso es complicado para algunos y más cuando les ponen un micrófono delante. Tranquilidad pues son muchos los intereses que se mueven en el mercado de los cereales y más los tiburones que están esperando cualquier declaración para agarrarse a ella como un clavo ardiendo y jugar, a su antojo, por ejemplo, con los precios que los profesionales perciben por el producto cuando lo entregan en los almacenes.

Seguir  lo dicho por mi amigo Pedro parece lo más sensato y acertado, sosiego y serenidad. Es cierto  que la cosecha que ahora estamos recogiendo es mala, muy irregular con grandes diferencias incluso entre parcelas colindantes y está lejos de lo que podía considerar un año medio... pero esto no es nuevo. Los que trabajamos la tierra conocemos las inclemencias del tiempo, lo que supone la falta de agua, el calor excesivo o que nos "toque" la tormenta de pedrisco encima. Sabemos lo que es eso porque lo hemos sufrido y aguantado muchos años. Pero esas dificultades no nos han impedido seguir desarrollando nuestra labor y nuestro trabajo con la misma ilusión y ganas de hacerlo bien para tratar de encontrar la máxima rentabilidad a cada centímetro de nuestra tierra.

Es cierto que se esperaba al inicio de este año mucho de esta cosecha sobre todo quienes contaban con ella para aliviar el PIB regional. Desgraciadamente no va a ser así, lo que unido a la complicadísima situación que viven los ganaderos va a provocar que el sector agrario acentúe la profunda crisis que vive y de la que nuestros políticos, al menos eso dicen sus obras, simplemente "pasan".
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