El ministro del Interior critica las "atractivas" jubilaciones de los mineros porque "no nos podemos permitir pensiones de más de 2.000 euros"

El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha reiterado este miércoles que el plazo para el cierre de las minas de carbón es "improrrogable" y se mantiene en el 31 de diciembre de 2018, según la Unión Europea, y que "con la violencia no se van a cambiar las cosas".

En declaraciones a los periodistas y a preguntas de una asistente a su conferencia, ha llamado a la "serenidad de todos" y ha manifestado su apoyo a su compañero de gabinete, el ministro de Industria, José Manuel Soria, cuando ha dicho que el asunto está "pactado por el anterior Gobierno", por lo que "no acepta críticas" del PSOE.

Fernández, que ha intervenido en la Escuela de Verano de la UCAV, ha reconocido que en materia de carbón se está "jugando la prórroga", porque el 1 de enero de 2019 deberán estar cerradas, y que lo que ahora se está haciendo es "gestionar planes alternativos" para que las comarcas afectadas no queden "abandonadas al albur" mediante una "inyección de recursos".

El titular de Interior ha pedido "serenidad y buen sentido de todos para entender que una cosa es el legítimo derecho de reunión o de manifestación", que es "un derecho fundamental", y otra cosa el abuso de ese derecho, afectando a los derechos de los demás". En este sentido, ha lamentado "algunas actuaciones violentas" porque son "un atentado contra los derechos de los ciudadanos y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", a la vez que se ha congratulado por el hecho de que no haya habido desgracia aunque en algunas "podría haberlo habido".

Ante las preguntas de un alumno sobre la posibilidad de que el sector minero pueda ser rescatado como los bancos, Fernández ha sido crítico con las "atractivas" jubilaciones en el sector, ya que ha aludido a personas que se han jubilado a los 44 años tras ocho años de trabajo, en muchos casos extranjeros.

"No nos podemos permitir jubilaciones de más de 2.000 euros, es inasumible", ha recalcado antes de reiterar que lo que quiere el Gobierno es "negociar, intentar pactar con empresas mineras y trabajadores".

Marcha negra

Mientras, un grupo de 60 mineros prejubilados que protagonizaron en 1992 la I Marcha Negra se ha sumado este jueves a los más de 160 mineros que avanzan en su camino hacia el Ministerio de Industria para exigir al Gobierno central que de marcha atrás en su decisión de reducir un 63 por ciento las ayudas a la producción del carbón.

Así, a los caminantes se les ha unido el grupo de 60 prejubilados mineros que en esta ocasión ha querido solidarizarse con estos jóvenes.

En esta sexta jornada de la marcha, los caminantes procedentes del norte de León, Asturias y Palencia han llegado en una única columna a la localidad leonesa de Villamañán. Tras pasar la noche en el polideportivo municipal 'Margarita Ramos', esta mañana han retomado pronto su camino recorriendo los 34 kilómetros que separan León de este municipio leonés. Hoy, a pesar de estar acompañados por los veteranos, la marcha ha contado con un minero menos que ha tenido que abandonar como consecuencia de un golpe de calor sufrido el martes, informa Ep.

Aún así, aseguran que tienen los ánimos como el primer día y que los apoyos recibidos por los ciudadanos de cada población a su paso les ayuda a seguir con esta marcha. Una marcha que tiene prevista su llegada a Madrid el 11 de julio, donde, junto con los compañeros de Aragón, volverán a manifestarse a favor del futuro del carbón.

De momento, este miércoles descansarán en Villamañán y mañana pondrán rumbo a Cimanes de la Vega, última etapa dentro de la provincia leonesa, pero les queda por delante muchos kilómetros. Este fin de semana está previsto que accedan por la Ruta de la Plata en dirección a Benavente, en Zamora, y de ahí caminarán en paralelo por la autovía A-6 (Madrid-La Coruña) alcanzando Tordesillas, en Valladolid; Arévalo, en Ávila; Los Ángeles de San Rafael, en Segovia y Collado Villalba, en Madrid.