El director de Tititimundi carga contra las administraciones por el escaso apoyo económico a pesar de su gran impacto

El director de 'Titirimundi', el Festival Internacional de Títeres de Segovia, Julio Michel, ha cargado contra las administraciones del Estado y autonómica por la "incertidumbre" que han sembrado sobre uno de los encuentros culturales de mayor repercusión, que este año ha visto reducido su presupuesto alrededor de un 30 por ciento y desconoce, en el ecuador del programa, la partida definitiva con la que podrá contar para su XXVII edición.

Michel centra sus críticas en el Ministerio de Cultura, que aún no ha dado señales de la subvención nominativa que consigna anualmente para el Festival a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), que asciende a 24.000 euros.

"Estoy indignado, nos tratan con desprecio, y eso denota la ignorancia y la falta de respeto por lo que estamos haciendo", censura. El promotor de Titirimundi recuerda que fue el propio Inaem, por medio de su entonces subdirector general, Eduardo Galán, quien quedó fascinado por el nivel del certamen, el que mostró hace 15 años su deseo de apoyarlo. Desde entonces, asegura que el Gobierno ha mantenido el respaldo por inercia, no por conocimiento, y que ningún director general "se ha dignado" a ir a Segovia a ver lo que se mueve durante el mismo.

El año pasado el festival sumó más de 65.000 espectadores. En el cuarto día de programación de esta edición, que concluirá el martes, Michel habla de una acogida óptima, con un ligero incremento con respecto a 2011 y una previsión de asistencia final superior a la de otras convocatorias. "Es la observación inmediata, no hay más que pasear por la ciudad y ver la alegría, el gentío que puebla las calles", dice en declaraciones a Europa Press.

La venta de entradas confirma la observación. Los pases para las funciones en patios y teatros se han agotado y la organización, con prudencia para garantizar la comodidad, se afana en buscar huecos para incrementar los aforos. En total, el programa para Segovia contempla 251 actuaciones a cargo de 34 compañías de doce países.

Ante estos resultados, Julio Michel invita a los responsables del Gobierno a viajar a la ciudad para constatar de primera mano lo que supone Titirimundi. La invitación la hace extensiva a la Junta de Castilla y León, hasta el año pasado la principal patrocinadora, a la que dedica un "tirón de orejas" por dejar su respaldo en el aire hasta una semana antes de dar comienzo la gala de los títeres. "No hay derecho, no acepto que se tomen decisiones de última hora, tenían obligación de saber cuáles eran sus cuentas. Éste es un evento público, y visto su beneficio, hay que mimarlo", advierte.

En este sentido, recuerda que las administraciones tienen obligación de atender las necesidades y que deben devolver a los ciudadanos los impuestos que pagan. "Esto no es 'gratitirimundi', el festival debe considerarse un bien de la ciudad", espeta.

Intercesión de Clemente

El director incide en que le consta que la Junta barajaba eliminar todas la ayudas, pero que las voces de algunos sectores, entre ellos la patronal segoviana, y la intercesión de la antigua consejera de Cultura y actualmente titular de Agricultura, la segoviana Silvia Clemente, ayudaron a que finalmente se retractara de sus intenciones. "Es un error, porque una vez más la cultura paga el pato porque comete el pecado, aparentemente, de no ser productivo o rentable. Pero sí lo es, y con Titirimundi se demuestra", asevera.

Sólo el Ayuntamiento de la capital, que aporta para esta convocatoria 100.000 de los 290.000 euros del presupuesto, ha mantenido su apoyo firme desde hace dos legislaturas, según precisa.

A ojos de Michel, el futuro se presenta como un telón negro. Aún no ha concluido la edición de 2012 y ya se ha puesto a trabajar en la búsqueda de fórmulas que garanticen la supervivencia de su iniciativa. A partir del martes, cuando la muestra de títeres concluya, recurrirá a los colectivos más importantes de Segovia para pedir su implicación e ir de la mano a reclamar apoyo a Valladolid.

Su fundador sugiere la posibilidad de que sindicatos, partidos políticos, la Federación Empresarial Segoviana (FES), los hosteleros y los comercios, así como el resto de ciudadanos, se conviertan en 'minipatrocinadores'. "Es algo que tengo que estudiar", apunta, al tiempo que destaca que la mitad del programa de 2013 ya está diseñado. Cada año, según estima, recibe un mínimo de 300 candidaturas de compañías de todo el mundo para participar en Tiririmundi.