red.diariocritico.com
Una información de cierto interés

Una información de cierto interés

domingo 06 de mayo de 2012, 16:33h
Es probable que el progresivo alejamiento del español medio respecto de las organizaciones en general y, particularmente, de las políticas, sindicales y empresariales se haya hecho notar también en sus réplicas autonómicas de Castilla y León. Es muy probable, sí.

Curiosamente, existe una tolerancia no convenida, ni escrita, que ampara de hecho una extraña opacidad en torno aspectos tan básicos como el número de afiliados, su procedencia territorial y sectorial, sus estados financieros, la gestión de los recursos públicos que reciben...

Y se advierte también una casi sospechosa complicidad por parte de las administraciones públicas, que encubren muy frecuentemente -con un disimulo insultante- los desembolsos que realizan a su favor. Son absolutamente legales, sin duda. Aunque parece que, al menos en algunos casos, desbordan el código de la estética política.

Sin embargo, independientemente de su mayor o menor representatividad, lo cierto es que sindicatos y patronales reciben una alta consideración oficial. Quizás desproporcionada. Pero comprensible, claro. Son instrumentos -agentes, según la versión oficial- de interlocución entre la ciudadanía y los poderes públicos. Y como tales, claro, forman parte de la liturgia institucional democrática.

No estaría de más, en todo caso, sin apelar a las exigencias vehementes habituales del discurso sindical ni a las rayas rojas que suelen pintar, que unos y otros hicieran público ya su balance anual, los recursos recibidos, el origen de los mismos, el coste y la rentabilidad de su gestión, el estado de su deuda, su particular proyecto de estabilidad y la opinión del auditor independiente.

No se trata de una información trascendental. Es, más bien, una información de cierto interés. Aunque, seguramente, más allá de los números, esa información transmita alguna clave adicional, no sólo de cierto interés, sino de máximo interés.

Por ejemplo, los nefastos efectos de la permanente desestabilización interna que genera en estas organizaciones la sempiterna rivalidad provincial, asumida ya por unos y por otros como un hecho diferencial de Castilla y León... Sí, la pelea entre "boinas" de aquí y de allá, con argumentos de campanario. Y no tanto para encumbrar un proyecto autonómico u otro, fruto del recomendable debate en libertad. No. Más bien para lograr el control del poder, para asumir la representatividad institucional otorgada y, muy especialmente, para acceder a una posición dominante en la administración de los recursos públicos y, así, en fin, recibir la compensación correspondiente por las molestias ocasionadas.

Es una trama con arraigo histórico. Que tomó forma propia tras la aprobación del Estatuto de Autonomía (1983). Que insiste en neutralizar las virtudes de su propia tierra. Que destila eficacia en su afán de cegar las vías de modernización más innovadoras. Y además, reina con inusitada desfachatez en estos últimos años.

Manuel Trapote. Periodista.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios