¡Nuestro trabajo tiene valor!

De sobra es conocido por todos los agricultores y ganaderos que los dos últimos años han sido muy malos para el sector agrario, especialmente para el ganadero, y que con la que está cayendo no existen expectativas de que la cosa mejore a corto y medio plazo.

Sabemos bien las razones que determinaron el fuerte éxodo que en la última década se produjo en el medio rural por parte de los profesionales que enfocaron toda su vida y trabajo en el pueblo que les vio nacer. En la mayor parte de los casos, llevan la explotación que recogieron de manos de sus padres, sabedores del sudor y lágrimas que en muchos casos ellos tuvieron que derramar para conseguirlo, y ahora, debido en gran parte a un mercado especulativo y voraz, en muchos casos no son capaces de seguir manteniendo, a pesar del gran esfuerzo y trabajo que dedican a ello.

Los altos costes de producción en energía eléctrica, gasóleo, fertilizantes, maquinaria y otros, no permiten rentabilizar las explotaciones, y eso sin tener en cuenta la mano de obra, las amortizaciones ni la pérdida del valor patrimonial en el caso de la cuota láctea.

A este problema y al de los bajos precios que se nos paga por nuestros productos, tenemos que apuntar los escandalosos márgenes comerciales de la cadena de distribución, que por otro lado no se corregirán hasta que la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Agricultura no saquen una Ley de márgenes comerciales. Sólo así se mostrará  con toda transparencia qué eslabón de la cadena es el que se queda con las ganancias. Y a partir de ahí, se podrán poner medidas eficaces.

El precio de un producto se constituye a partir del coste de producción más un margen en origen, y se debe incrementar en función de los costes a lo largo de la cadena para tener un precio final. Nunca puede hacerse a la inversa. No puede ser que la distribución marque lo que debe pagar el consumidor, y así para atrás pagar al productor lo que quede. De esta manera, nunca será suficiente para el agricultor y/o ganadero cubrir lo que costó producirlo.

Ante la grave situación que atraviesa el sector agrario, UPA y COAG han puesto especial empeño desde hace tiempo en reclamar actuaciones serias y urgentes para frenar la caída de renta en el sector agrario, la desaparición de explotaciones y el despoblamiento del medio rural.

Muchos agricultores y  ganaderos - entre los que me encuentro - queremos ser optimistas. Ahora bien, si en los próximos meses no se corrigen los precios del gasóleo, de la energía eléctrica, de la renta de las tierras, de los fertilizantes y de la maquinaria, entre otros, y a la vez no se nos paga un precio justo por nuestros productos, reduciéndose los márgenes comerciales de la cadena de distribución, el panorama no se presenta nada halagüeño para el sector productor.

No somos ajenos a la realidad actual, y ésta nos dice que debemos seguir trabajando con ilusión y recortar gastos, en algunos casos mal llamadas inversiones, ya que por ejemplo es imposible mantener un nivel de modernización en maquinaria como el que tenemos actualmente cuando los ingresos no cubren los costes de producción.

¡Cuidado con las subvenciones que en ocasiones se convierten en cantos de sirena! Quizás en algunos momentos no podamos gastar tanto en  maquinaria cuando ésta nos obligue a incrementar la superficie de la explotación para fastidiar un expediente de modernización, porque nos veremos obligados a subastar tierras improductivas, pagando rentas tan elevadas que jamás amortizaremos.

Tendremos que tomar decisiones de ajuste en nuestras explotaciones ante unos tiempos que son muy complicados para todos. No hace falta recordar aquí que cuando baja el consumo los primeros perjudicados somos el sector primario.

En todo caso, cada uno debe tomar sus propias decisiones. Mientras tanto, desde UPA seguiremos reivindicando las medidas necesarias para que el agrario sea un sector estratégico para la sociedad, y que los agricultores y ganaderos  sigamos produciendo alimentos saludables, porque también en tiempos de crisis nuestro trabajo tiene valor.              
 
Julio López Alonso. Secretario General de UPA CYL