Aumenta esta práctica entre las madres de la Comunidad
El 24% de los niños de CyL recibe lactancia materna exclusiva en sus seis primeros meses de vida
En una década, la lactancia artificial ha pasado del 71 al 43%
viernes 06 de abril de 2012, 12:50h
La Consejería de Sanidad apoya la
lactancia materna como la forma más natural y adecuada de aportar a los
niños los nutrientes que necesitan para un crecimiento saludable. Por
este motivo, ha puesto en marcha diversas medidas de información,
promoción, estudio y educación de esta práctica.
La Organización
Mundial de la Salud afirma que la leche materna es el alimento perfecto
para los bebés y aconseja alimentar al niño sólo con lactancia natural
hasta que cumpla los seis meses; continuar con esta práctica mínimo
hasta el año, introduciendo poco a poco otros alimentos; y seguir dando
el pecho hasta los dos años o más.
Estas
recomendaciones están basadas, fundamentalmente, en que la leche materna
contiene los nutrientes específicos que requieren los recién nacidos y
se va adaptando, variando la proporción de estos nutrientes, a las
necesidades que van surgiendo en el niño a medida que crece. Además, es
rica en anticuerpos y refuerza el sistema inmunológico del pequeño.
Basándose en todos
los beneficios que esta práctica ofrece para la salud, tanto de la
madre como del hijo, la Consejería de Sanidad ha puesto en marcha varios
estudios que han ayudado a describir con claridad la realidad de la
lactancia materna en la Comunidad. Entre estos estudios, destaca el
desarrollado sobre lactancia exclusiva de 6-12 meses de la Red de
Médicos Centinela de Castilla y León,que se puso en marcha en 1998, y en
2008 reflejó que, en sólo una década, las cifras de mujeres que optaban
por dar de mamar a sus bebés aumentó al tiempo que disminuían las que
elegían la lactancia artificial. Exactamente, en 1998 el 7,3 % de los
niños recibía lactancia materna hasta los seis meses, mientras que en el
2008 el porcentaje ascendió hasta el 22 %. Por otro lado, en 1998 el
71,7 % de los niños recibían lactancia artificial exclusiva y en el 2008
este porcentaje había disminuido hasta el 43 %.
Asimismo, se
realizaron los informes anuales de las gerencias de Atención Primaria,
en funcionamiento desde 2008 -año en el que la evaluación, el
seguimiento y las propuestas de mejora sobre la lactancia materna en
Castilla y León se convierten en un objetivo de los planes anuales de
gestión de Sacyl-. Estos documentos analizan factores de interés como,
por ejemplo, el periodo de duración de la lactancia, los motivos de
abandono en los casos en que se deja de practicar, o quién es el
responsable de la decisión de ese abandono, entre otros.
De esta manera,
en el último informe cerrado en el año 2010, se obtuvieron resultados
como que el 24 % de los bebés de la Comunidad tienen lactancia materna
exclusiva durante los seis primeros meses de vida; que algunos de los
motivos más frecuentes de abandono son el desarrollo de la enfermedad de
la hipogalactia en la madre y el trabajo materno -siendo las razones
laborales el motivo más frecuente de abandono a partir del cuarto mes de
vida de los niños-; y que del total de mujeres que abandonan la
lactancia materna, el 63,28 % lo hacen por iniciativa propia y el 36,23 %
lo hacen por recomendación del personal sanitario.
Promoción de la lactancia materna
Los estudios han
demostrado que en Castilla y León el porcentaje de niños que presentan
lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida ha
pasado de un 22 % en 2008 a un24 % en 2010, existiendo provincias como
Soria o León donde este porcentaje llega incluso al 40 %. Estos
resultados se deben, en parte, a las medidas de incentivo, educación,
apoyo e información sobre esta materia organizadas por la Consejería de
Sanidad dentro de su Programa de Promoción y Apoyo de la Lactancia
Materna.
Algunas de estas
medidas han sido la creación de una guía informativa para padres; la
difusión de información sobre la lactancia en los cursos de preparación
al parto; el apoyo del personal sanitario a las madres durante su
hospitalización; el fomento de la Iniciativa para la Humanización de la
Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN), para animar a los
hospitales y centros de salud de la Comunidad a adoptar prácticas que
protejan y promuevan la lactancia materna exclusiva desde el mismo
momento en que nace el bebé; la formación y sensibilización a los
profesionales; la divulgación de la IHAN entre la población general,
para que colaboren con las rutinas que facilitan el apoyo a la lactancia
materna; y la creación de salas de lactancia y zonas habilitadas para
la misma en los hospitales para proteger el derecho de las mujeres a
amamantar cuando y donde ellas lo necesiten (Se adjunta tabla sobre las
salas de lactancia en los hospitales de la Comunidad).
Beneficios para el niño
Los beneficios de
la lactancia materna para los niños son numerosos, como por ejemplo, que
la leche materna es la continuación del alimento y protección que
recibe a través del cordón umbilical; ofrece una alimentación y
nutrición equilibradas; es la primera vacuna que recibe el niño, ya que
los anticuerpos de la leche materna le protegen del contagio de muchas
enfermedades y fortalecen sus defensas. Además, se ha comprobado que los
niños alimentados con leche materna tienen menor riesgo de alergia a
los alimentos, diarrea, infección respiratoria, bronquitis, neumonía,
otitis, eczema, asma y diabetes en la infancia y tienen un cociente
intelectual superior en 8-10 puntos al que presentan los que no lo han
sido.
Por otro lado, la
lactancia se relaciona con un menor riesgo de muerte súbita infantil,
favorece la liberación de la hormona del crecimiento, facilita el
desarrollo de los huesos del paladar, de las mandíbulas y de los dientes
y ofrece protección al niño frente a enfermedades degenerativas
vasculares en la edad adulta. A todos estos beneficios se une el
refuerzo del vínculo del niño con su madre.
Beneficios para la madre
La lactancia
materna también provoca beneficios para la madre, como que las hormonas
de la lactancia relajan y facilitan el sueño; estimula el sistema
inmunitario materno y reduce las necesidades de insulina en madres
diabéticas; disminuye el riesgo de cáncer de mama y de ovario; y existe
menor riesgo de osteoporosis y fractura de cadera en edad avanzada.
Además, el cuerpo
se recupera mejor después de una larga lactancia, ya que el organismo
utiliza la grasa acumulada durante el embarazo en las caderas y en otras
partes del cuerpo, para fabricar la grasa de la leche y favorece la
producción de la oxitocina, que ayuda a la recuperación del tamaño
normal del útero.