El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha echado
la vista atrás recordando los orígenes de la crisis económica para
explicar los duros ajustes que llevó a cabo su Gobierno en el último
discurso de su vida en el liderazgo del PSOE. Con poca autocrítica
comenzó su discurso y concluyó pidiendo que se cerraran filas con el
vencedor del
38º Congreso del PSOE.
El secretario general del PSOE,
José Luis Rodríguez Zapatero, ha
pedido este viernes a su partido que "a quien mañana sea elegido" su
sucesor le brinden al menos tanto apoyo como le han dado a él y les ha
recordado que "el clima de unidad" que tuvo el partido desde el mismo
día en que le eligieron fue "decisivo" para que ganase elecciones en
2004 y 2008. Durante su último discurso como secretario general ante el
38 Congreso del PSOE, Zapatero ha puesto como ejemplo para el futuro a
José Bono,
al que ganó en 2000 en la carrera por la Secretaría General del PSOE y
con el que, sin embargo, ha fraguado una "amistad y una lealtad".
Para
Zapatero, más importante que saber ganar y perder es "la amistad, los
afectos y la capacidad de hacer muchas cosas juntos". "De saber que nos
une ante todo el respeto que debemos todos la historia de este más que
centenario partido", ha remachado, a menos de 24 horas de la votación
que elegirá entre
Alfredo Pérez Rubalcaba y
Carme Chacón.
Bono
ha sido el único al que Zapatero ha mencionado expresamente en su
intervención, destinada a presentar el informe de gestión de su
Ejecutiva pero que se ha convertido en un balance de sus 11 años y medio
al frente del partido. Aunque ha intercalado alguna broma sobre el
proceso de sucesión actual, a Zapatero se le ha visto emocionado en
varios momentos y mucho más cuando, tras su intervención en más de una
hora, el congreso en pleno le ha dedicado un largo aplauso.
Justificación de su política económicaZapatero
ha justificado ante el plenario del 38 Congreso del PSOE la política
económica que tuvo que llevar a cabo y ha señalado que fue consecuencia
de factores provenientes del exterior. Se ha referido a sus medidas
económicas al inicio de su intervención ante el plenario del Congreso
para presentar el informe de gestión de la Ejecutiva que ha presidido.
El
expresidente del Gobierno ha expresado su total respeto por el partido y
por todos sus dirigentes y militantes y ha señalado que la crisis
financiera procedente de Wall Street y la situación de Grecia tuvieron
gran parte de culpa sobre lo que ha tenido que vivir España. No
obstante, ha reconocido la existencia de debilidades propias de la
economía española.
"Debilidades sí, pero no hubiéramos vivido la
dificilísima situación económica y de empleo que tenemos si no
hubiéramos tenido los acontecimientos globales y europeos que vivimos",
ha añadido.
Un balance autocomplaciente de sus once años de mandatoSu
intervención, destinada a presentar el informe de gestión de su
Ejecutiva, se ha convertido en un balance de sus 11 años y medio al
frente del partido. Aunque ha intercalado alguna broma sobre el proceso
de sucesión actual, se le ha visto emocionado en varios momentos y mucho
más cuando, tras su intervención en más de una hora, el congreso en
pleno le ha dedicado un largo aplauso.
Zapatero inició su
discurso con el propósito de centrarse en el informe de gestión y ha
dejado para el final la parte más personal: "Siempre estaré con
vosotros, a vuestro lado, ayudaré en lo que pueda. Siempre, siempre,
conservaré los afectos hacia todos, además de manera sincera".
Reconociendo el gran apoyo que siempre ha recibido y tras bromear con
que en este Congreso hay algo "más importante" que su informe de
gestión, ha decidido pedir a los suyos una última cosa: "Que a quien
mañana sea elegido secretario general le deis el mismo apoyo que a mí me
habéis dado, y debo recordaros que yo lo tuve muy amplio desde el
primer minuto", ha manifestado, mientras las cámaras de televisión
mostraban a los dos aspirantes aplaudiéndole son gravedad.
En ese
sentido, ha recordado a los suyos que la generosidad y el clima de
unidad fue clave para las victorias electorales y se ha mostrado
convencido de que se repetirá en este caso, con una elección libre y
democrática de los delegados. Dicho esto, ha subrayado que en España
puede haber partidos tan democráticos y con tanta "libertad interna y
externa" como el PSOE, pero no con más.
Llegar a las cimas... y recibir un aludSegún
Zapatero, está claro que "cada delegado sabrá lo que tiene que hacer"
pero lo "más importante" es que al día siguiente todos deberán estar
"detrás del que tenga el nuevo liderazgo". Eso sí, ha avisado que el
líder es como el que va "primero en la cordada" escalando una montaña,
que llega a la cima el primero pero "cuando hay una tormenta o un alud
también es el primero".
Para finalizar, les ha recordado los
motivos por los que deben estar "todos democráticamente detrás" del
nuevo líder: por respeto al "acto soberano de los delegados" con su
voto, porque "se lo merece el partido" y ante todo "porque lo necesita
España", que en la actual situación necesita un PSOE "unido, con un
liderazgo claro, que trabaje, "arrime el hombro y sea alternativa cuanto
antes al proyecto del PP".
"Y aquí termina mi tiempo", ha
reconocido Zapatero, expresando su deseo de que la nueva etapa del PSOE
esté "llena de servicio a España" y a sus ideales de una ciudadanía
libre, responsable y que no renuncie a la "aspiración de igualdad
fraternal". "Gracias compañeros, y aquí estoy con vosotros", ha
finalizado, antes de volver a su asiento en el centro del escenario con
un largo aplauso que ha terminado por emocionarle de nuevo.