Anestesiados para la cirugía

La sociedad está anestesiada y dispuesta a sufrir cualquier intervención quirúrgica, por traumática que sea. Lo peor siempre es la incertidumbre y Mariano Rajoy está jugando con esta baza como pieza fundamental del preoperatorio.
 
Es tan elocuente su silencio prolongado que todos hemos asumido como inexorables los recortes que se avecinan,  en inversiones, en salarios y en prestaciones sociales.  Hasta los sindicatos se han descolgado diciendo que están dispuestos a negociar una rebaja salarial si va acompañada de una disminución de los precios. Ya valen hasta las falacias como argumento.  Entre todos preparan el gato para venderlo por liebre.

Sorprende también el silencio del PSOE. No se sabe si por falta de legitimidad para  la crítica, por responsabilidad de Estado, porque les atenaza el sentido de culpabilidad o simplemente porque no hay nadie al otro lado del hilo telefónico. En todo caso, hay que reconocerlo, una lección de juego limpio en este periodo de transición política que contrasta con la llantina y la "revanchina"  del PP tras las elecciones generales de 2008.

Los recortes afectarán a todos los ámbitos y naturalmente también a Castilla y León. La diferencia con otras autonomías es que Juan Vicente Herrera no utilizó la quiebra económica como arma electoral, consciente de que esta estrategia se le volvería en contra cuando todo el mapa político fuera azul. ¿A quién reclamar entonces? Así que se practicó una política de zorrería, se ocultaron los presupuestos y se redujeron partidas presupuestarias  a la chita callando, que diría un castizo.  La estrategia  tiene nombre propio y se sienta en el Consejo de Gobierno, aunque inicialmente no fue aplaudida por unanimidad de la Junta.

El procurador leonesista Alejandro Valderas cifra el recorte en mil millones de euros, un 10% del presupuesto que ahora las Cortes pretenden convalidar para cumplir con la ley en el Pleno  previsto para el próximo día 29 de diciembre. Hechos consumados que provocaron un estado de placidez propicio para agrandar la brecha electoral a favor de los populares.

De cara al 2012 será precisa una rebaja adicional del Presupuesto del  5%, según el mismo procurador leonesista, porcentaje que no parece vaya a resultar especialmente traumático a la vista de lo que está ocurriendo en otras autonomías de similares e incluso superiores recursos. El camino a seguir ya está explorado: mantener los servicios sanitarios y de Enseñanza sin aumentar plantillas (agrupación de profesionales le llaman a esta práctica) y reducir a prácticamente cero las inversiones en infraestructuras.
 
A partir de ahí, poco queda. Si acaso la reordenación territorial de los servicios públicos, de forma que se eviten gastos innecesarios y duplicidades. Algo elemental que no resultará sencillo, porque detrás de la racionalidad está la supresión de cargos, sueldos, canonjías y bicocas.

Fernando Aller. Periodista.