Ruido de sables en el PSOE

Sí, el título puede parecer una perogrullada. Claro que hay ruido de sables en el Partido Socialista, pero no solo ante el próximo congreso federal. Hay batallas en ese partido, pero no sólo por la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero.

Han aflorado tensiones internas también en las sedes de las Comunidades Autónomas, como en Castilla y León. Ruido, mucho ruido, soterrado pero irá creciendo. Están abiertas las heridas en algunas provincias, aún existe una gran indignación con los movimientos preelectorales que, según ellas, han traído las consecuencias y los resultados que hemos visto.

No ha habido autocrítica, sin embargo, en el PSOE castellanoleonés. Están ofuscados. Les pasa lo mismo que a Manuel Chaves que decía hace unos días al periodista de la Ser Carles Francino: "No veo por qué ahora la gente tiene que dimitir simplemente por la derrota". Han perdido el rumbo, el sentido. Se debe asumir la responsabilidad de la derrota. La forma más decente, yéndose a casa. Aquí nadie asume la responsabilidad de los errores.

Óscar López está como si la película no fuera con él. Está con un pie aquí y el otro en Madrid. Se baraja su nombre como posible portavoz del grupo socialista en el Senado y aparece también entre los dirigentes que salen siempre en las quinielas sucesorias de cara al congreso federal.

A la vista de una foto de ayer en El Norte de Castilla, podríamos decir que López y el PSOE se lo juegan a dos números. Si ustedes recuerdan la foto, el líder está en la sede del PSOE y se ven en la cristalera dos números de la lotería, el 44.947 y el de Juventudes: 71.863. Lo cierto que este año no han tenido mucha suerte.