Las elecciones generales del 20-N han configurado un mapa realmente inédito en la historia de España:
la más amplia mayoría absoluta lograda por la derecha
-186 escaños, 3 más que Aznar en el año 2000- y el peor resultado del
Partido Socialista, que se hunde con sólo 110 escaños, 15 menos de los
que consiguió Almunia en el año 2000. IU sube, pero no lo suficiente: 11
escaños que no llegan ni de lejos a los 23 que logró Carrillo en 1979.
Amaiur entra con 7 escaños, sobrepasando al PNV (5), y CiU, con 16,
arrebata en Cataluña el liderazgo del PSC de Carme Chacón, que pierde
dos escaños.
No ha sido de la noche a la mañana, pero España ha pasado en una jornada
del rojo al azul: con 10,5 millones de votos obtenidos en estas
elecciones -casi 300.000 más que en las anteriores de 2008-, el PP ha
completado este 20-N el asalto a todo el poder en España: el local y
autonómico que ya logró en las elecciones del 22 de mayo y el del Estado
que puede gobernar con una mayoría absoluta de 186 diputados.
El segundo dato significativo es el
hundimiento total del PSOE, cuyo candidato,
Alfredo Pérez Rubalcaba, ha perdido casi el 40 % de los votos que
Zapatero
obtuvo en 2008 y 59 escaños, situándose en 110, el peor resultado en
toda la historia de la democracia desde 1977. La pérdida de votos y
escaños es total en todas las circunscripciones, salvo en Barcelona.
Pero en el conjunto de Cataluña, el PSC también ha perdido peso a favor
de CiU, que sobrepasa a la catalana
Carme Chacón en 2 escaños.
El tercer dato significativo ha sido el ascenso, casi vertiginoso, de Izquierda Unida, que logra introducir en el
Congreso 11 diputados. Sin embargo, a pesar de este excelente resultado para la formación que dirige
Cayo Lara, IU no ha conseguido recuperar, pese a la debacle del PSOE, el techo que logró
Carrillo
en 1979 con 23 escaños. El conjunto de la izquierda, por tanto, ha
perdido peso en el nuevo mapa parlamentario que se abre ahora.
Y
el cuarto dato significativo de estas elecciones es el ascenso
-previsto, pero no por ello menos espectacular- de los abertzales de
izquierda de
Amaiur,
ese complejo magma que integra en sus filas a Eusko Alkartasuna y a los
antiguos batasunos. Entran rompiendo en el Parlamento, donde contarán
con grupo propio: 6 escaños y más de 284.000 votos; un escaño más que el
PNV, que ha obtenido cinco, pero dos más que el PSE de
Patxi López,
que pierde 5 con respecto a las elecciones de 2008. Es decir, que
Amaiur ha hecho más daño al PSE que al PNV: el PNV, aunque con menos
escaños, se configura, no obstante, en la fuerza más votada en Euskadi
(323.517 con el 100 por 100 escrutado).
No ha resultado mucha novedad que UPyD, de
Rosa Díez, haya sido
el partido que más ha crecido en número de votos...
y de escaños. Ya se esperaba, según las encuestas: 5 diputados ha
obtenido el partido de Díez, cuatro de ellos en Madrid. Es decir, que ha
multiplicado por 5 los resultados que obtuvo en 2008 y podrá con formar
Grupo Parlamentario propio. En 2008, UPyD obtuvo 306.079 votos y un
escaño -el de la propia Díez: en esta ocasión se ha ganado la confianza
de 1.129.540 millones de electores. ¿Han ido a parar ahí
fundamentalmente la mayor parte de los votos perdidos por el PSOE?
Cascos se cuela en el CongresoA partir de aquí, la única novedad relevante es la entrada en el Parlamento del Foro Asturias (FAC), de
Francisco Álvarez-Cascos,
con un escaño que obtiene por Asturias, donde no ha arrasado, como sí
hizo en las autonómicas del 22 de mayo. Cascos no ha conseguido, por
ejemplo, arañar votos en Madrid: sólo 6.558 en toda la circunscripción.
Un desastre, sin duda, para el antiguo ministro de
Aznar y actual presidente del Principado de Asturias.
Como
novedad también es la entrada de Compromis-Q en el Congreso, con un
diputado obtenido en Valencia. En Compromis se integraba en esa
Comunidad Equo, la formación liderada por
Juantxo López de Uralde, que, no obstante, no consigue representación en ninguna otra circunscripción.
La Coalición Canaria de
Ana Oramas ha mantenido el tipo, con dos diputados, lo mismo que el BNG, en Galicia, de
Francisco Jorquera, que mantiene sus dos diputados de 2008, e igual que se mantiene en el Congreso
Uxúe Barkos, aunque esta vez por GBAI, la formación que sustituye a Nafarroa Bai.
Por
el lado nacionalista, ERC ha conseguido también mantenerse con 3
diputados, pero perdiendo más de 40.000 votos con respecto a 2008.
¿Cómo gobernará ahora Rajoy?La alegría era, evidente en la sede del PP en la calle de Génova.
Miles y miles de personas se dieron cita en la calle para festejar este paseo
que ha significado para los populares las elecciones del 20-N. La alegría se
traslucía en el balcón de siempre en la primera planta, el mismo en el que
Aznar festejó su apretada victoria de 1996 frente a
Felipe González. Rajoy se
rodeó para esta ocasión de un elenco excepcional -¿parte de su futuro Gobierno?-:
de izquierda a derecha,
Miguel Arias Cañete,
Ruiz-Gallardón,
Ana Mato,
Viri (la
mujer de Rajoy), Rajoy,
Dolores de Cospedal,
Soraya Sáenz de Santamaría,
Pío García-Escudero,
Esperanza Aguirre y
Jorge Moragas.
La alegría no era para menos: el PP ha batido al Partido Socialista en
la práctica totalidad de las circunscripciones, y en todas ha subido
porcentajes. Por ejemplo, en Castilla-La Mancha, donde el PP ha ganado 56.000
votos respecto a 2008 y 2 escaños (cuenta ahora con 14), pero es que el PSOE ha
perdido más de 184.000 votos que en aquellos comicios, y los dos escaños que
ahora se lleva el PP.
Quizá fuera obligado en la noche electoral, pero Rajoy lanzó un
mensaje de colaboración, o, lo que es lo mismo, que no va a aplicar el
'rodillo' parlamentario que estos resultados le permiten: "Animo a trabajar
todos conjuntamente: nuestro proyecto político invita a todos los españoles que
quieran recuperarse de la situación que estamos viviendo".
Muchas risas, y bromas, y peticiones desde el público de que 'boten': "Que
voten todos, menos Soraya, que no le conviene hacerlo todavía" (acaba de
ser madre), se pudo escuchar a un Rajoy pletórico.
El PSOE se enfrenta a un Congreso inmediatoLa otra cara de la moneda estaba en la sede socialista, en la calle
Ferraz: Rubalcaba dio la cara -cariacontecido- a las 22.20 horas, cuando estaba
escrutado casi el 90 % y los datos eran ya inapelables. No admitió bromas,
pidió silencio con el gesto en varias ocasiones, cuando le interrumpían, y leyó
-no suele hacerlo- un discurso muy estudiado y medido: ni una palabra de que va
a dejar el acta de diputado, tal y como hizo
Almunia en el año 2000, pero
comunicó que había pedido a Rodríguez Zapatero que celebre "cuanto
antes" un Congreso ordinario para debatir el liderazgo del partido.
Las caras largas tenían razón de ser: no es sólo que se hayan perdido
59 escaños, es que
al PSOE le han retirado la confianza más de 3.200.000
ciudadanos que le votaron en 2008. Más que la reflexión, la idea de una
catarsis empieza a imponerse en el partido.