Quien tiene un primo tiene...

No vamos a escribir del debate de ayer, que debió costar medio millón de euros, ni hoy vamos a contar nada de la campaña electoral, que nos  va  a salir por más de 50 millones de euros. Mucha energía y dinero abocados a una actividad de pobres resultados, sobre todo el debate.

Se nos antoja hablar de parentesco. De primos. Alguien decía que el que tiene un amigo tiene un tesoro y el que tienen un primo tiene un problema.

Todos nos acordamos del primo físico de Mariano Rajoy, el del cambio climático. Se llama José Javier Brey y es catedrático de Física Teórica de la Universidad de Sevilla. En esta ocasión fue el líder popular el que le metió a él en un aprieto. Hay otros primos que, quizás, por serlo y en este caso de Rajoy son concejales de Hacienda en León, como Agustín Rajoy.

Ninguno de los primos de Rajoy, que sepamos, le han metido en problema alguno. Sí que lo ha hecho Manuel Bran, el primo político del ministro José Blanco, el de la gasolinera, el de la "operación Campeón".

Hay primos y primos. Y el primo político del ministro hizo menos el "primo" que el propio político. ¿Qué hacía el vicesecretario general del PSOE, ministro de Fomento, ministro Portavoz y candidato a diputado en las listas de Rubalcaba reuniéndose con un empresario enjuiciado en una gasolinera de Guitiriz (Lugo).?

Todo ello nos trae a colación el anuncio del "primo de Zumosol", un mocetón que acudía cada vez que alguien le daba de tortas al primo en la escuela. El primo de Zumosol con su sola presencia solucionaba la situación.

Los más viejos del lugar recordarán que en esta región durante muchos años en los medios periodísticos se conocía a un alto cargo del PP -que aún lo es- con ese nombre. Su primo, el poderoso, sigue siéndolo, primo y un poco menos importante.