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El hurón

Villanueva quiere marcha

martes 18 de octubre de 2011, 17:28h
Gumer ha venido con ganas. Pienso que no le han venido mal estas vacaciones forzosas y que, al menos por unos días, deje tranquilito el "músculo financiero de la Comunidad". Tiempo habrá para volver a ello, porque el protagonista de la cosa  -dieta va, dieta viene- y su fiel y abnegado bufón dan para escribir una novela por entregas. El que quiere salir vivito y coleando (¿también de esta historia?) es Tomás Villanueva, que ya ha encendido todas las velas pensando en el 20 N. Dios mío qué fecha, pero que nadie piense mal. Voy a ser franco, me refiero al previsible reparto de la gran tarta popular. El gran hombre de la Economía regional ha alzado la vista y se trabaja ya una poltrona en los madriles. Mamá, parece querer decir, quiero ser secretario de estado. Y en ello está, intentando olvidar lo que pudo ser y no ha sido y rogándole a Papaznar que le tenga presente en sus oraciones.
  
Por lo demás, según me cuenta el increíble Gumer, Málaga ha sido una fiesta. La "adoración"  del niño Mariano, increíble, sin precedentes. Los hay, incluso, que no se han lavado la mano que le pasaron por el hombro. El gallego, sin embargo, no ha abierto el pico.

-¿Y de lo mío qué?, pregunta el mustélido.
  
Coño, no me imaginaba yo que él también aspirara a alguna prebenda. Le pido aclaraciones y resulta que únicamente le tiene preocupado su futuro como escribidor. Tiene hambre de letras y si chorrean una pizca de sangre, mejor que mejor. Qué bicho. Le prometo que, si se modera, podrá escribir todo lo que quiera. Y él, muy serio, me dice:

-Mira, jefe. Hoy estoy muy triste, porque a nuestro director le han "marchado". Es muy triste que esta tierra no dé para más, que dejen marcharse a jóvenes con tanto valor y tanto futuro. Ni crisis, ni leches, esto es un atentado contra la libertad de expresión. Se lo gastan todo en mordazas y luego, a la mínima, se llenan la boca diciéndonos que una sociedad sin comunicación es una sociedad enferma. Que se vayan al carajo, jefe, porque Álvaro ha tenido que hacer las maletas porque sobraba aquí.

-¿Te has quedado a gusto?

-No, no he terminado. Quiero que todos los periodistas de Castilla y León y todos los que inútilmente aspiran a serlo, se rebelen también. Hace falta otro 15 M o 15 N, para que la sociedad se entere dónde estamos. No basta con decir que sienten a esta tierra, hay que demostrarlo.
  
Jo, cómo viene el bicho. Está sembrado. Yo también quiero soltar una lágrima por nuestra joven y corajuda víctima. Sólo cometió un pecado: le gustaba la libertad y luchó hasta la extenuación por ella. Ahora, en otras pantallas, pone voz a su irrefrenable inquietud. Álvaro, lo que son las cosas, no quería irse de Valladolid.

Félix Lázaro. Periodista.

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