Así no hay forma; si cada vez que Gobierno y oposición vayan a debatir algo, lo que sea, terminan hablando de la guerra de Irak o de los GAL, difícilmente saldremos de esta situación. En las columnas del debe y del haber de los dos partidos hay de todo, como no podía ser menos y si grave fue el terrorismo de estado, grave fue meternos en la guerra de Irak. Pero ya está. Si grave puede llegar a ser (o no) lo que ahora instruye Garzón e involucra presuntamente al PP, grave fue FILESA y el escándalo de los fondos reservados de Interior. Pero ya está. Porque los errores de unos y otros los pagaron en las urnas en su momento y este país no puede seguir asistiendo impasible a remover una y otra vez los viejos reproches que ya están en la Historia para bien o para mal. Yo no sé si los políticos se dan cuenta del que el recurrente "y tú más" no nos hace ninguna gracia a los ciudadanos, que no se trata de eso, que no nos sirve que uno hable de los líos de Caja Madrid y el otro le responda con los de CCM, que eso no soluciona nada y sólo da alas a los más radicales, a esos que quieren 'caña', espectáculo gratuito, titulares.
Pero el resto, la inmensa mayoría, no estamos por esa labor. Porque el ciudadano medio, el que en lugar de 'caña' quiere soluciones, diálogo, entendimiento, acuerdos y necesita confiar en su Gobierno y en la política y en los políticos porque ve que las cosas no están bien y van a estar peor, que lo de Irak y los GAL y todo lo que cada uno quiera sacar a relucir, es pasado y está tan repartido como el presente porque ningunos de los dos grandes partidos está libre de chorizos que ha utilizado sus siglas, la de los dos, para enriquecerse y corromper.
Por eso precisamente queremos, exigimos, que en los debates que vemos y en la comisiones que no vemos, se hable en serio sobre los problemas que de verdad nos preocupan y resulta pintoresco que a estas alturas de crisis, la única mesa que siente a Gobierno, oposición sindicatos y empresarios en la misma mesa, sea la de un programa de TVE. Esto no puede ser un espectáculo para lucir dotes dialécticas ni se puede limitar a un programa de televisión que se muere una vez emitido. Esta crisis habría requerido desde hace ya tiempo que lo que TVE unió, lo hubiera unido el propio Gobierno y mucho más amplio, que abarcase desde la sensatez de CIU en los económico, o a la realidad exasperante y cierta que denuncia en cada intervención Rosa Díez.
A estas alturas de crisis es un lujo inaceptable sacar a relucir el islote Perejil. Pero no se enteran. ¿Es que no ven que el ciudadano medio -insisto- está encantado y hasta ilusionado con el pacto en Euskadi, que es eso, lo que pide, lo que exige? Pues no; gobiernan y opositan tan sólo para conservar el poder, sin proyecto, sin futuro; hacen política rentista en lugar de hacer Historia y así no hay manera. El gran acuerdo nacional se lo estan pidiendo desde el presidente del BBVA al último de los autónomos, pero ellos son incapaces, ellos y la labor que se hace desde algunos medios que jalean este agrio e inútil griterío y hasta lo provoca. Pues vale.
El problema es que, por mucha democracia que tengamos, carecemos de mecanismos para otra cosa que no sea el cabreo de barra de bar; ni siquiera el día en que la abstención sea del todo escandalosa, cambiará nada: estamos creando una clase política que va ascendiendo por el escalafón y que es ajena a la vida. Cuando los que voten sean sólo los que quieren 'caña', ellos estarán aun más cómodos y podrán aumentar el ya increíble parque móvil de coches oficiales.