El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, clausuró hoy en Quito la tercera reunión de embajadores de España en Iberoamérica, con la convicción de que esta región "tiene que figurar" en el contexto de la transformación que vive el mundo en estos comienzos del siglo XXI.
Moratinos, que realizó también una visita oficial a Ecuador desde el pasado miércoles, destacó, en entrevista con Efe, el logro del acuerdo, para el que el Gobierno español ha servido de facilitador, entre la petrolera hispano-argentina Repsol YPF y el Gobierno de Ecuador, que pasaba por una situación complicada.
El titular español de Exteriores subrayó el "momento importante" en el que se ha realizado la reunión, que ha convocado durante dos días en la capital ecuatoriana a 24 embajadores españoles en América, porque, dijo, "estamos en un contexto de cambio en la gobernanza mundial".
Y en ese contexto, explicó, "Iberoamérica tiene que figurar y compartir el proceso de transformación y de reforma que está viviendo el mundo".
Se mostró convencido de que, "con la ayuda de España", se escuche más la voz de Iberoamérica "en todas las instancias internacionales, ya sea en el G-20 ampliado, ya sea en la reforma de las Naciones Unidas", porque, agregó, esta región tiene una "nueva responsabilidad" en la construcción del mundo en el comienzo del siglo XXI.
Moratinos, resumió de este modo lo que los embajadores españoles han reflexionado estos días en Quito: "El contexto político internacional y el papel de España para apoyar" esta presencia de Iberoamérica en el mundo.
"Lo haremos, sobre todo, -dijo- ante la nueva responsabilidad" de España con la presidencia de turno de la Unión Europea (UE) en el primer semestre de 2010, en la que se ocupará, entre otras, de preparar la Cumbre UE-América Latina y el Caribe, en la que "podamos hacer una oferta política nueva de relación".
Sin embargo, Moratinos, que llegó a Quito desde Washington, amplió esta necesidad de nuevas relaciones a la nueva administración de Estados Unidos del presidente de Barack Obama.
"Hay un triángulo nuevo que España quiere dibujar", dijo a Efe, entre Latinoamérica, Europa y Norteamérica, que "debe contar con propuestas e iniciativas que lleven a la creación de esa alianza de cohesión social y que debe articularse con propuestas específicas".
En cuanto a la relación con Ecuador, Moratinos, que se reunió con empresarios españoles, con su colega ecuatoriano, Fander Falconí, y con el presidente Rafael Correa, apuntó que se trata de iniciar un nuevo camino, "un nuevo mecanismo de cooperación política" entre los dos países.
Pero además se felicitó porque esta visita "ha permitido facilitar el que las partes, la empresa y las autoridades ecuatorianas, encuentren un acuerdo sobre la presencia de Repsol en este país".
El cambio de las normas de relación, establecido por Correa desde su llegada al poder en 2007, entre Ecuador y la petroleras extranjeras que trabajan en el país, pusieron en peligro la continuidad de la presencia de Repsol y otras empresas.
En opinión de Moratinos, este acuerdo, además de "muy positivo" significa "reforzar la presencia de las principales empresas españolas (en Ecuador), en un momento de crisis".
Recordó que hacía 18 años que no visitaba Ecuador un ministro español de Exteriores y subrayó el establecimiento de reuniones anuales de los dos cancilleres "para evaluar la relación bilateral y discutir las cuestiones regionales".
También se refirió al convenio firmado el miércoles con Falconí, que se añade a otros similares con países iberoamericanos, que amplía los derechos de ciudadanos ecuatorianos para participar en las elecciones municipales, lo mismo que de españoles en Ecuador.
El titular español de Exteriores también trató de clarificar las directivas europeas sobre migración, que han causado preocupación y malestar en los países con población emigrante, como Ecuador, que tiene en España alrededor de medio millón de sus ciudadanos.
Según Moratinos, Ecuador "sabe que tiene a España como un país defensor de la dignidad de las personas, muy garantista de los derechos de los emigrantes, y eso también ha sido muy bien acogido" por el Gobierno de Quito.
En el contexto regional, Moratinos abordó con Correa y Falconí el "conflicto" entre Ecuador y Colombia para señalar que España, como amigo de ambos, hará "todo lo necesario para facilitar" la normalización de sus relaciones, rotas desde el pasado 3 de marzo, tras un bombardeo colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano.
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