Chile solidariza con protestas pacíficas de monjes budistas

En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno de Chile hace un llamado al Gobierno de Myanmar para evitar la utilización de cualquier forma de violencia hacia sus ciudadanos.
 
“Chile, fiel a su compromiso de respeto de las libertades fundamentales, principio que resulta esencial para la vigencia del estado de derecho y de un régimen democrático, deplora las prohibiciones que sufre la población de ese país para expresar su pensamiento y opinión, así como para circular libremente, entre otros derechos básicos conculcados”, señala el texto.
 
Agrega que “consecuente con esa posición, Chile -en la pasada Asamblea General de las Naciones Unidas- votó a favor de la resolución 61/232, sobre la situación de derechos humanos en Myanmar, en la que se instó a su gobierno a permitir ‘a todos los representantes políticos y de las nacionalidades étnicas participar plenamente y sin restricciones en el proceso de transición política, y, a tal fin, reanudar sin más demora el diálogo con todos los agentes políticos’".

La moción aprobada por la ONU intenta además “tratar de ‘conseguir, mediante el diálogo y por medios pacíficos, la suspensión inmediata y el fin permanente del conflicto con todos los grupos étnicos de Myanmar y permitir la plena participación de los representantes de todos los partidos políticos y las nacionalidades étnicas en un proceso de reconciliación inclusivo y digno de crédito’".
 
La Cancillería de Chile concluye afirmando que “creemos sinceramente que ha llegado el momento para que Myanmar inicie una transformación pacífica hacia la democracia, y el primer paso para alcanzar este objetivo parte por la liberación de la Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y los prisioneros políticos. Este gesto será una clara señal de los deseos de reconciliación por parte del gobierno birmano que la comunidad internacional sabrá valorar”.

Por su parte, el Gobierno de Myanmar anunció que dejará entrar al representante especial del secretario general de la ONU, Ibrahim Gambari, quien el miércoles fue enviado a ese país asiático para evaluar la deteriorada situación política, según informó la Organización de las Naciones Unidas.

Gambari partió en la noche del miércoles a Bangkok sin saber si la Junta Militar que gobierna Birmania desde hace 45 años lo dejaría entrar, pero el ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Nyan Win, le comunicó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que se le concederá un visado a su enviado.

El viaje de Gambari se produce en medio de un creciente rechazo internacional a la respuesta violenta de la Junta Militar a las manifestaciones de monjes y civiles, que por el momento se ha cobrado quince muertos.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN), reunidos al margen de la Asamblea General de la ONU, expresaron en un comunicado su "repulsa" a las acciones del Gobierno birmano.

También instaron a "ejercer la máxima contención y a buscar una solución política" a la crisis. "Nos sentimos horrorizados por las informaciones de que se han empleado armas automáticas y exigimos al Gobierno de Myanmar que desista inmediatamente del uso de la violencia contra los manifestantes", agregó el grupo, al que Birmania pertenece. pero no China.

La reacción de los países asiáticos fue bienvenida por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, quien el miércoles se mostró decepcionado por la negativa de China a permitir que el Consejo de Seguridad condenara a los militares birmanos.

"La ASEAN es muy importante y esta declaración es para tomarla en cuenta, porque los asiáticos son los únicos capaces de ejercer una presión eficiente sobre el Gobierno de Myanmar", dijo Kouchner.

La represión de las manifestaciones y protestas pacíficas iniciadas hace diez días por los monjes budistas recrudeció, pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU instó el miércoles a la Junta Militar a ejercer "contención" en su actuación contra la población civil.