La situación del superministro Solbes en el Gobierno pasa cada día a ser más tensa

Pero evidentemente no se trata de este último 'incidente'. Últimamente a Solbes no se le escucha ninguna palabra optimista ni positiva sobre este Gobierno al que pertenece, recuerden, nada más y nada menos que como vicepresidente económico. Solbes no deja de cuestionar el  futuro económico y a aceptar a regañadientes propuestas que tienen que ver con el dinero, como la del presidente Zapatero de dar 2.500 euros a las familias por cada hijo nacido este año.

Y no sólo ha sido este tema. Ha habido muchos, todos relacionados, lógicamente con la Economía, en los que el vicepresidente ha mostrado una actitud 'rebelde' respecto a las ambiciones del Ejecutivo. También se le ha visto más que pesimista respecto a las perspectivas económicas en el futuro, lo que ha terminado por aguar la euforia económica que estaba sirviendo a Zapatero para presumir de gestión durante esta legislatura.

Su reciente participación en un acto de un foro económico junto a Joaquín Almunia en Madrid, cuestionando las promesas electorales con tinte dinerario, como fue la de Zapatero en Rodiezmo anunciando una subida significativa de las pensiones mínimas, terminó por separarle claramente de la línea general del gabinete al que pertenece. Por cierto que, aquí en Diariocrítico, desvelamos que estas palabras molestaron mucho en Moncloa, sobre todo las de Almunia, más duras y directas al respecto.

Lo último ha sido más que cuestionar la viabilidad de la propuesta del presidente de Andalucía, Manuel Chaves, para que todo ciudadano de su comunidad tenga acceso a una vivienda por ley.

De Moncloa no ha tenido respuesta pública, si acaso en privado. Pero sí se lanzó este miércoles a responderle el propio Chaves. El presidente andaluz dijo que entiende que Solbes se ponga "a la defensiva". "Lo que ha querido decir el ministro de Economía es que, si los números salen, está de acuerdo", aseveró Chaves, evitando la polémica.

La división de criterios con el Gobierno es tan clara que la ministra de Vivienda se mostraba en una posición bien distinta respecto a Solbes. Dijo sobre el proyecto andaluz valora la iniciativa y animó a todas las Administraciones Públicas, "al margen de los colores políticos", a que adopten medidas similares.

En definitiva, el problema es que Solbes quiere irse de este Gobierno en 2008 con la cabeza bien alta y con el currículum más bien reforzado, sin ninguna mancha. Y para ello siempre ha defendido apretarse el cinturón, algo incompatible con las medidas populares que busca este Gobierno de cara a las urnas en las generales.