El violín

 La cinta, bautizada con el nombre de El violín, concebida en 2006 en México y que tiene como director a Francisco Vargas, fue elegida por el jurado del evento para llevarse el más importante de los Tatú Tumpa, que se entregó anoche por noveno año consecutivo.

Con la estatuilla recibida anoche, se confirma cierta hegemonía del cine mexicano en la cita cinematográfica. Desde que el festival comenzó en 1999, ya son cinco las versiones en las que el premio de mejor película se ha ido al país azteca. Anteriormente fueron galardonadas en esta categoría los filmes Su alteza serenísima, de Felipe Cazals (2001); Perfume de violetas, de Maryse Sistach (2002); Aro Tolbukhin, de Agustí Villaronga; Lydia Zimmermann e Isaac P. Racine (2003); y Temporada de patos, de Fernando Eimbcke (2005).
El galardón que se le entregó anoche a El violín no es ninguna casualidad. La cinta ya ha sido premiada anteriormente en los festivales de Cannes, San Sebastián y San Francisco.
Según una entrevista cedida por su director a medios mexicanos, la gran virtud de la historia es que fácilmente se adapta a diferentes realidades. “Cada quien reacciona distinto y la enmarca en el referente más cercano que tiene. En México hay quien la ubica en Chiapas, pero hay otros que lo hacen en Guerrero, hace 30 años, o en Puebla. En Colombia dicen que sucedió allí. Y en Grecia un viejo se me acercó después de la función y me preguntó si yo era griego o si había visitado antes el país. Al decirle que no, me apuntó a unas montañas cercanas y me dijo que la misma historia de El violín sucedió allí hace 50 años”, comentó hace unos meses al diario Opinión de su país.
El Tatú Tumpa a mejor director recayó en las manos de Javier Rebollo, que se presentó con la coproducción franco-española Lo que sé de Lola. El cineasta español, de 38 años, ha desarrollado gran parte de su carrera como cortometrajista. En este ámbito fue nominado a dos Premios Goya y también fue finalista del Premio Europa al Mejor Cortometraje
El jurado de la cita, conformado por Fernando Acuña (Chile), Horacio maldonado (Argentina) y Juan Carlos Valdivia (Bolivia), también reconoció al chileno Rodrigo Sepúlveda por su guión de Padre Nuestro, de la que también es director.
Los otros Tatú Tumpa a la cinematografía se los llevaron la peruana La prueba, de Judith Vélez (mejor ópera prima), y la mexicana Sólo Dios sabe, de Carlos Bolado (mejor fotografía). En esta última actúa el consagrado Diego Luna (Y tu mamá también y Amores perros).
En la actuación, los premios fueron para Marcelo Osorio, por su rol en el filme chileno Fiesta Patria; y José Wilker, protagonista de la brasileña El amor más grande del mundo.
El jurado también entregó menciones de honor a la cinta cubana El Benny, de Jorge Luis Sánchez, y El amor más grande del mundo, de Carlos Diegues, uno de los homenajeados de la cita.
Todas estas cintas serán proyectadas hoy en el Cine Center, en lo que será la última jornada del evento cinematográfico.