OPINIÓN/Víctor Gijón
La semana política que hoy se inicia puede ser cualquier cosa menos tranquila. La toma de posesión como presidente de Cantabria de Miguel Ángel Revilla, este martes, dará paso a la formación del nuevo Gobierno que, sea cual sea, tendrá su polémica, a lo que habrá que unir las chispas que seguro saltarán en el Debate del Estado de la Nación.
En lo doméstico la polémica sobre cosas menores ya la intentó abrir el PP en el debate del pasado sábado. Ignacio Diego se indignó porque la tarjeta de invitación al acto de toma de posesión del nuevo jefe del Ejecutivo regional hubiera sido remitida por los servicios de protocolo de la Cámara antes de que el debate de investidura hubiera terminado.
Para el PP, y todavía desconozco las razones, además de las formales que carecen de la más mínima consistencia, cualquier disculpa es buena para retrasar la puesta en marcha del nuevo Gobierno regional. Primero fue la fecha de la investidura, ahora el día para la toma de posesión, después… Eso ya se verá, pero muy posiblemente tendrá que ver con el anuncio de los miembros del nuevo gabinete (miércoles) y el acto en el que asumirán sus cargo (jueves o viernes).
Puede que no sea nada, pero tengo la sensación de que los populares verían con buenos ojos que el ejecutivo de coalición iniciase su andadura lo más tarde posible. A poder ser después del verano, que es cuando los estrategas populares creen que el presidente José Luís RodríguezZapatero anunciará la convocatoria anticipada de elecciones. A menos tiempo de gobierno, más critica por el desgobierno.
Es como la tramposa intervención de Diego criticando el aumento de las listas de espera en la sanidad de Cantbria, silenciado que ello está directamente relacionado con la huelga de un sector de médicos, inspirada, alentada y apoyada públicamente por su partido. Y, finalmente, la semana que hoy se inicia verá el enésimo enfrentamiento Zapateto-Rajoy con el terrorismo etarra como cuasi monotema.
El Gobierno cree que debe dar explicaciones del diálogo con a banda pero hasta un punto, mientras que el PP prosigue en la utilización partidista del asunto, convencido de que ahí reside su única posibilidad de ganar las próximas elecciones. Unas lecciones que en Madrid y en Cantabria lo contaminan todo o casi todo. Por ello sería bueno que al menos en lo que nos toca, que es el Gobierno regional, se nombre a sus integrantes cuánto antes y, sobre todo, se les ponga a trabajar como si en ello les fuera la vida. La política, por supuesto
Si (
No(
