También sorprende la relativa ausencia del ministro de Industria, Joan Clos, y del vicepresidente económico Solbes en medio de la tormenta desatada por las opas, contraopas, reacciones y contrarreacciones en el ‘affaire’ Endesa, calificado como “un escándalo” en medios de la comisión europea. Clos llegó a decir que se estaba enterando por la prensa de la irrupción de Enel-Acciona como opantes (algo que habían declarado, hace no muchos días, que no harían). De Solbes se sabe que se entrevistó con Manuel Conthe, su anteriormente protegido para encabezar la Comisión Nacional del Mercado de Valores, para intentar convencerlo de que dimita de su cargo en la CNMV, algo que Conthe, pertinaz, sigue negándose a hacer hasta que no comparezca ante el Parlamento para explicar sus razones.
Pero es poco más lo que sabemos de Solbes, a quien muchas fuentes sitúan como al menos poco entusiasta (suponiendo que el entusiasmo fuese característica albergada en el ánimo del vicepresidente económico) ante el ir y venir de las opas. Tendría Solbes que comparecer a definir su posición, y la del Gobierno en general, ante todo lo que está pasando, precisamente cuando hoy parece un día clave en la última vuelta de tuerca de la (pen)última opa, la de Enel y Acciona, sobre el todavía gigante eléctrico español.
Si (
No(
