El seleccionado juvenil se había puesto en ventaja con un extraño gol de Gonzalo Abán a los 11m. del segundo tiempo. Pero el conjunto ecuatoriano igualó por medio de Rodríguez -a los 30m. del ST- para sellar el 1 a 1. El equipo de Tocalli enfrentará mañana a Colombia.
El seleccionado argentino sub 20 de fútbol igualó esta noche con Ecuador 1-1 y se marchó decepcionado en su debut en el torneo Sudamericano Paraguay 2007 de la categoría.
El conjunto de Hugo Tocalli, amplio dominador del juego en diversos pasajes del partido, ganaba desde los 10 minutos del segundo tiempo con un tanto del delantero Gonzalo Abán pero Carlos Rodríguez empató para Ecuador cuando faltaban 15m. para el final.
El encuentro, correspondiente a la primera fecha del grupo B, se jugó ante 4 mil personas en el estadio Antonio Oddone Sarubbi, de Ciudad del Este, y tuvo un jugador expulsado en Ecuador: Jaime Ayoví, a los 40m. del segundo período.
Argentina tendrá una revancha mañana cuando enfrente a Colombia, actual campeón, desde las 22 por la segunda fecha, después del partido que sostendrán ecuatorianos y uruguayos.
Venezuela, único líder de la zona, tendrá fecha libre. El Sudamericano Sub 20 otorga cuatro plazas para el próximo Mundial de Canadá y dos lugares para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
El debut argentino arrojó un empate con gusto amargo por la imposibilidad de ganar un partido que había manejado en la mayor parte del tiempo, pero que no supo cerrarlo por carencias en la definición del juego.
El equipo de Tocalli dominó con claridad a partir de los primeros quince minutos de la parte inicial cuando Maximiliano Moralez asumió la posición de enganche y el equipo varió el sistema táctico de un 4-4-2 a un 3-4-1-2.
Las intervenciones del hombre de Racing, libre por el frente de ataque, le imprimieron claridad al juego argentino, al que sólo le faltaba profundidad en ataque por la tendencia de Abán a retrasarse para tomar contacto con la pelota.
En ese lapso del partido, Ecuador, con su imperturbable 4-3-1-2 acompañado por una clara circulación del balón, aprovechó para generar dos ocasiones de riesgo sobre el arco de Sergio Romero.
La primera ocurrió a los 11m. con un remate de Cortez que despejó Matías Cahais en la línea de gol y la segunda, a los 45m., con otro disparo del mismo jugador, dentro del área, que se fue desviado sobre el palo izquierdo.
La imposibilidad de Argentina para inquietar en los últimos metros de la cancha forzó a que su principal arma de ataque se basara en el juego aéreo, donde Cahais y Fazio marcaban diferencias sobre sus rivales.
La primera y única situación de peligro para los chicos de Tocalli con pelota en movimiento sucedió a los 41m. del primer timepo con una combinación de Banega, Acosta y Sosa, que terminó con un remate al travesaño.
En el segundo tiempo, el predominio "albiceleste" se acentuó en los minutos iniciales, favorecido por la decisión del rival de adelantar sus líneas en la intención de pelear el partido de igual a igual.
De esa forma, Ecuador se expuso en defensa y a los 10 minutos cometió un grosero error que permitió la ansiada apertura del marcador para Argentina.
El central Castro, en tres cuartos de cancha, quiso despejar una pelota de cara a su propio arco, el balón salió disparado hacia arriba, el arquero Domínguez, que buscaba anticiparse, quedó a mitad de camino, la pelota cayó en el área menor, Abán la cubrió y la empujó con el pie derecho en la línea de gol.
El gol argentino coincidió con los cambios dispuestos por Tocalli que, de todas formas, no dieron los resultados esperados. El ingreso de Gómez en la mitad de la cancha y Mouche en el ataque tampoco lograron dotar al equipo argentino de la efectividad necesaria para liquidar el partido.
Entonces, Argentina merodeó el arco ecuatoriano con la expectativa de un segundo tanto que nunca llegó y lentamente provocó que el rival asimilara el golpe y buscara la igualdad con un libreto basado en la prolijidad de su fútbol.
El empate llegó a los 30m. producto de una excelente maniobra colectiva: Guerrero inició una jugada por la izquierda, combinó con Caicedo, la pelota derivó en Ayoví, que habilitó de taco a Rodríguez, verdugo argentino con un remate de zurda que dejó sin chances a Romero.
Después del gol, Argentina, confudida e impotente, no tuvo respuestas y debió resignarse a un resultado que le generó decepción.
Si (
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