miércoles 08 de abril de 2015, 23:56h
El kirchnerismo no será recordado por las paritarias, pasará
a la historia por la inflación. Las paritarias son un analgésico para
trabajadores que pasan todo el año aguantando el azote inflacionario.
Un buen Gobierno no es el que abre paritarias para maquillar
la inflación. Un buen Gobierno controla la inflación para que los trabajadores
no estén once meses esperando las paritarias.
La mejor paritaria es el control de la inflación. El problema
de los sueldos no es solo de cuántos pesos son, sino de cuánto valen esos
pesos.
Es un disparate festejar estas paritarias que cuando se
firman, ya están desactualizadas.
Los trabajadores argentinos tienen una paritaria por cada
año de inflación constante. Así no hay forma de crecer. Una paritaria tímida
una vez al año, no repara el daño de una inflación incesante durante doce
meses.
En un país que funciona, el trabajador busca un ascenso para
ganar más dinero. En la Argentina kirchnerista, un ascenso implica perder por
el aumento de Ganancias, y no ascender es perder igual, porque la inflación
supera a las paritarias. Este es un modelo que atenta contra el trabajo.
El control de la inflación le conviene a todos los que se
esfuerzan por producir, crear, innovar, invertir y trabajar. ¿Por qué el
Gobierno no la controla? Porque el Gobierno no hace ninguna de esas cosas.