viernes 27 de marzo de 2015, 18:22h
La decisión de la Cámara de deshechar la denuncia del Fiscal
Nisman por ausencia de delito, ratificando el fallo del Juez Rafecas, ha puesto
al descubierto una de las operaciones mas tenebrosas pergueñadas en los centros
de poder, tanto nacionales como internacionales, para destituir o degradar al
gobierno nacional que preside Cristina Kirchner, ya que su acumulación de poder
a partir de sus políticas nacionales y populares, ha hecho trizas las
estructuras neoliberales, tanto económicas como culturales, que ocuparon el
espacio símbolico por 40 años desde 1976.
Tal es la decepción ocasionada a los dueños del poder, del
fracaso de la operación que se han lanzado de lleno, no ya a los
cuestionamientos criminales que nunca existieron y originaron la denuncia, que
sin variar su posición original, ahora acusan a la Justicia, la misma que
pedían en su amosa marcha de paraguas,
de no querer investigar, de lavarse las manos, de estar operada por el
gobierno. No aceptan la derrota de una operación berreta, de los servicios de
informaciones, que desplazados de su eje de sumisión a las agencias de la CIA y
la Mossad, abandonaron sus responsabilidades primarias, con el estado nacional,
convirtiéndose en apéndices lamentables de decisiones extranacionales. En esa
misma dinámica había caído el Fiscal Nisman, según lo revelado y no desmentido,
de los documentos oficiales de la embajada de EEUU, publicados en Wikileads y
Argenleads, dos documentos trascendentes que revelan la trama de corrupción,
influencia y operación de aquello que siempre se sospechó, se sabía, se
comentaba, pero no podía consolidarse en documentación precisa, como ha
sucedido ahora.
A los peronistas no nos extrañan estas operaciones, la
historia nos ha curtido de cuero duro en la resistencia a los poderes
imperiales, a los cipayos locales, a los pusilánimes y traidores a la Patria,
que prefieren cambiar su situación personal a costa del deterioro de millones de argentinos, con maniobras que van
desde la especulación monetaria, a los pronósticos caóticos, desde la presión
de los Fondos Buitres al cuestionamiento de decisiones soberanas, como los
acuerdos alcanzados con China, que permitieron consolidar el nivel de reservas
nacionales, impidiendo las corridas del dólar, el vaciamiento de divisas, la
parálisis del comercio exterior y todas las operaciones realizadas a fin de año
para canalizar un caos que nunca sucedió. Tampoco sucedió la trama Nisman, fué
abortada por la Jusiticia, ni mas ni menos. Intentaron demostrar que denuncia
contra el gobierno y muerte estaban ligadas, sólo personas ignorantes pueden
ver en eso la mano oficial, con sólo pensar quien se benefició y quien perdió
con ese lamentable hecho.
Ahora la Patria Periodística, lejos de sacar el tema de las
primeras planas, vuelve a atacar, presionando a los fiscales a nuevas aventuras
ante la Cámara de Casación, la misma que esta semana pasada liberó de culpas a
dos de los mas reconocidos civiles ideólogos golpistas y cómplices activos del
genocidio cívico militar. Son ellos Blaquier de Ingenio Ledesma y Massot del
diario La Nueva Provincia, quienes no sólo facilitaron medios económicos para
las fuerzas represivas, sino que marcaron a sus propios empleados que les
resultaban "incómodos" por sus planteos sindicales de reivindicación
laboral. Así opera la reacción conservadora, sin escrúpulos, ni pudor, no tiene
alma ni culpa a la hora de actuar, no duda en querer comprar todo, desde
voluntades adeptas a sumisiones obsenas, en muchos casos de factores de poder
institucional. Así han sobrevivido estos años, ahora financian sus nuevos
candidatos, que plantean que "hay que cerrar esa etapa dolorosa de la vida
nacional" (Massa) o "hay que terminar con el curro de los derechos
humanos" ( Macri). A ellos ponen todo se esfuerzo económico, sus contactos
internacionales, sus manejos discrecionales, son su tabla de salvación a
futuro, ya que los delitos de Lesa Humanidad no prescriben en el tiempo,
seguirán abiertos. A estos personajes absolvió la Cámara a la cual quieren los
medios hegemónicos que apele el fiscal, aunque siempre hay límites de pudor
social.
Sangran por la herida, la misma que quisieron provocar en el
cuerpo institucional de la Nación, la misma que seguramente le provocaron a
Nisman con sus presiones, sus reclamos, sus apetencias y sed de venganza
odiosa, sobre un gobierno que ha empoderado a los pobres, a los negros, a los
trabajadores, a "esos que pertenecen a la periferia, nunca al
centro", menos aún al poder. Los mismos que llamaron asesina a la
Presidenta, los que derramaron sobre el mundo informaciones falaces, teñidas de
intencionalidad destituyente, transformando a la Argentina ante los ojos del
mundo en un reñidero sin reglas de juego, una pelea de gallos a muerte, en
donde supuestamente la libertad, la democracia, la expresión, la justicia está
condicionada por una supuesta dictadura, en este caso democrática, llamada
peyorativamente "populismo". Los mismos que festejaron a Videla,
ocultaron las desapariciones, compraron las empresas bajo tortura, saquearon
propiedades de personas asesinadas o exiliadas, estos mismo quieren erigirse en
dueños de una moral, que en su caso es lamentable, casi imposible de tolerar,
aunque Madres y Abuelas han demostrado, como el conjunto del pueblo argentino,
que somos un pueblo de paz, de paciencia, de reclamos silenciosos, pero de firmeza
pétrea, voluntad intacta y compromiso profundo, ante los ataques, agravios y
denigraciones que intentan quienes desprecian al pueblo argentinos y querrían
ser europeos pero hablando inglés.