Crimen de Ángeles Rawson
Una testigo confirmó ante el Tribunal que Mangeri le ofreció 100 pesos para ir al sótano del edificio
viernes 20 de marzo de 2015, 18:31h
Una empleada de una inmobiliaria confirmó esta mañana en el
juicio por el crimen de Ángeles Rawson que el principal acusado, el portero
Jorge Mangeri, le ofreció 100 pesos para ir al sótano del edificio del barrio
porteño de Palermo, donde trabajaba.
Se trata de María Esther Hernández (52), ejecutiva de
cuentas de la inmobiliaria Fast Propiedades, quien relató ante el Tribunal Oral
Criminal 9 (TOC9) que en 2011 Mangeri le hizo esa propuesta en tono sexual
cuando ella pasó por el edificio de Ravignani 2360 para preguntar por unas
propiedades de la zona.
"Había dos lotes que podían ser de interés: una casa
tomada y, enfrente, un supermercado chino que estaba vacío", relató la
mujer a los jueces.
Y prosiguió: "Había un encargado que estaba barriendo
la vereda. Siempre hay alguien que aporta datos y me acerqué"
"Me comentó que estaba tomada, que había tenido
problemas de humedad y no sabía quienes eran los dueños".
Hernández explicó que le dejó "una tarjeta", ya
que a veces suele compartir las comisiones con quienes le aportan datos y,
cuando se estaba retirando, ese encargado, al que luego identificó como
Mangeri, la llamó por su nombre.
"Mi tarjeta esta membretada. El encargado me llama, me
dice Esther", recordó la testigo.
Hernández contó que cuando ella se volvió a acercar Mangeri,
éste le dijo que "tenía 100 pesos" y le preguntó "si quería ir
al sótano".
"Le dije algunas malas palabras y me fui", recordó
la mujer, quien luego, a preguntas del abogado de Mangeri, Adrián Tenca, fue
más precisa y contó que le dijo al imputado "que se vaya a la puta madre
que lo parió".
Cuando el abogado querellante Pablo Lanusse le preguntó que
reacción tuvo Mangeri ante sus insultos, la testigo respondió: "Ninguna.
Levantó los ojos y siguió barriendo".
Cuando Lanusse le preguntó cómo se sintió como mujer,
Hernández dijo: "Una se siente mal. Trabajar en la calle suele ser
bastante complicado. Ofrecerle dinero a alguien para hacer eso es denigrante,
es desagradable, feo."
Tras la declaración de la empleada inmobiliaria, se presentó
ante el tribunal el testigo Marcelo Bustos, compañero de trabajo de Hernández,
quien recordó el episodio que había vivido la mujer.
"Llegó a la oficina y a modo anecdótico o de chiste
dijo que un encargado le ofreció 100 pesos para pasar al sótano", recordó.
El episodio relatado hoy por Hernández es el quinto de los
presuntos acosos de Mangeri hacia distintas mujeres que se describieron en el
debate.
El pasado miércoles, otros testigos declararon que el
encargado del edificio había asediado a otras cuatro mujeres en distintas
circunstancias y mientras cumplía sus tareas.