Los "gladiadores" volvieron a sorprender al mundo
sábado 17 de enero de 2015, 18:49h
El seleccionado de handball empató con la poderosa Dinamarca
en el mundial
Cuatro años después de sorprender a todos con su victoria
(22-27) sobre Suecia en el Mundial disputado en el país nórdico, la selección
argentina de balonmano, los "gladiadores", vuelven a ser la sensación
en un Campeonato del Mundo, tras empatar 24-24 con la todopoderosa Dinamarca en
su estreno en Qatar.
"Ojalá que podamos ser la revelación. En todos los
pronósticos nos situaban como los últimos o los penúltimos del grupo y ayer ya
sorprendimos a Dinamarca, pero somos conscientes de que no nos alcanza con ese
punto para pasar de ronda. Tenemos que ganar a un equipo europeo para
clasificarnos y lo intentaremos con todas las fuerzas", señaló a EFE el
portero Matías Schulz.
Una clasificación para los octavos de final, que Argentina,
la vigente campeona panamericana, se jugará, además de con Dinamarca, con
potencias de la talla de Alemania, Polonia y Rusia en un grupo D que completa
Arabia Saudí.
"Falta mucho, aunque hayamos empatado con Dinamarca aún
tenemos tres rivales muy difíciles por delante además de Arabia. Sabemos que si
no ganamos dos partidos más nos quedamos fuera, pero estamos recontentos de
haber empatado con Dinamarca, algo que no estaba en los planes de nadie",
afirmó el central Diego Simonet en declaraciones a EFE.
Un empate que la selección argentina tras protagonizar una
excepcional segunda parte en la que los de Eduardo "Dady" Gallardo
igualaron los hasta siete goles de ventaja por los que llegaron a perder en el
primer tiempo.
"A diferencia de aquel partido con Suecia, en el que
siempre fuimos ganando, ayer llegamos a ir seis o siete goles por debajo, pero
no bajamos los brazos en ningún momento, seguimos pelando, luchando hasta el
final y tuvimos nuestra recompensa", explicó Schulz.
Premio que se encargó de certificar con un gol a falta de
tan sólo quince segundos para la conclusión el central Diego Simonet, que
ejemplificó como pocos ante los nórdicos, el carácter irreductible que destila
el conjunto argentino.
"No tuve un buen primer tiempo, pero por suerte en el
segundo me salieron las cosas y me tocó a mí definir la última pelota",
comentó Simonet, que no desaprovechó el fallo previo de Mikkel Hansen, para no
pocos el mejor jugador del mundo, al que se le escapó unos segundos antes el
balón que hubiera dado el triunfo a los daneses
"No podíamos desaprovechar esa oportunidad. ¿Cuántas
pelotas se le caen a Hansen en el año?. Una de cien, y nos tocó a nosotros.
Había que aprovecharlo", añadió el jugador del Montpellier francés.
Un resultado que los integrantes de la selección argentina
confían en que ayude a que crezca el interés en su país por un deporte, que en
Argentina no alcanza a tener un carácter plenamente profesional.
"Imagínate lo que supone para un país en el que el
balonmano es muy amateur, todos los que juegan en Argentina, un 75 por ciento
de nuestro equipo, son amateur, así que imagínate lo que supone jugar contra
las estrellas del balonmano mundial y que en Argentina ahora todos estén
hablando de este partido", señaló Simonet.
Una falta de medios que no ha impedido a Argentina hacerse
un hueco en los últimos años entre la elite del balonmano mundial, como
atestiguan la duodécima plaza que alcanzaron en el Mundial de Suecia 2011 o su
participación en los Juegos Olímpicos de Londres.
Cita olímpica que es el gran objetivo de los
"gladiadores", que buscarán el próximo mes de julio en los Juegos
Panamericanos que se disputarán en Toronto la clasificación para Río 2016,
donde los argentinos intentarán desquitarse de la temprana eliminación sufrida
en Londres.
"Si es una espina, porque si hubiéramos ganado a Túnez
en el último partido hubiéramos pasado a los cuartos de final, no se pudo en su
momento y ahora debemos estar focalizados, primero en este Mundial, y luego en
la clasificación olímpica, porque es importantísimo. El objetivo máximo del
balonmano argentino es volver a estar otra vez en los Juegos Olímpicos",
concluyó Schulz.