Francisco les animó a
invocar al Espíritu Santo
El Papa bautizó a 33 niños y recordó lo "bello" de transmitir la fe
domingo 11 de enero de 2015, 10:08h
Francisco bautizó a 33 niños, a cuyos padres recordó la
importancia y lo "bello" de trasmitir la fe cristiana y les animó a
invocar al Espíritu Santo, al que, según apuntó, "no se le reza
demasiado".
El pontífice argentino continuó así una tradición iniciada
por el papa Juan Pablo II en el año 1989 e impartió el sacramento del bautismo
a estos niños, todos hijos de empleados del Vaticano y de los cuales 20 fueron
niñas.
El acto tuvo lugar en la Capilla Sixtina, decorada con los
frescos de Miguel Ángel Buonarotti, y en la que en todo momento pudo escucharse
el llanto o los gritos de algunos de los bautizados.
Francisco señaló durante su homilía que este sacramento
"nos integra en el cuerpo de la Iglesia" donde la fe es transmitida
de generación en generación.
"La fe de la Iglesia es la fe de María, nuestra madre,
la de San José, San Pedro, San Andrés, San Juan, de los apóstoles y de los
mártires que ha llegado hasta nosotros a través del bautismo. ¡Esto es muy
bello! Es pasarse de mano a mano la luz de la fe", celebró, según
reproduce la agencia EFE.
Francisco animó a las madres a amamantar a sus hijos porque
"lo que hace la leche por el cuerpo lo hace la Palabra de Dios con el
espíritu".
"Vosotras madres, amamantad a vuestros hijos. También
ahora, si tienen hambre o lloran, les podéis dar vuestra leche (...) Recemos
por todas aquellas madres, muchas desgraciadamente, que no pueden alimentar a
sus hijos. Recemos y tratemos de ayudar a estas madres", apuntó.
El Papa se dirigió a los padres, padrinos, madrinas o
abuelos para recomendarles que, si quieren que los niños crezcan bien, deben
leerles a menudo el Evangelio.
"Ayudaréis a estos niños a crecer bien si les
trasladáis la Palabra de Dios, el Evangelio. Llevad siempre con vosotros un
pequeño Evangelio en el bolsillo para poder leerles la palabra de Dios",
animó.
Asimismo recordó que, para ser "verdaderos
cristianos" es importante "crecer inmersos en el Espíritu Santo"
al que hay que invocar "todos los días" y que, por el contrario,
"no se le reza demasiado".
"¿A quién rezamos? ¿Cuándo? ¿A Dios? Pero así Dios no
existe. Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Por lo general rezamos a
Jesús, luego con el 'Padre Nuestro' rezamos al Padre, pero al Espíritu Santo no
lo rezamos tanto", abundó.
Jorge Bergoglio pronunció su homilía sentado en un trono
situado en la pared izquierda y no en el centro de la capilla.
Sin embargo y como ya hiciera el año pasado, optó por
oficiar la eucaristía en el altar central y de espaldas a los congregados, como
se hacía en el rito antiguo y que fue modificado tras el Concilio Vaticano II .